Reflexiones sobre la empatía
Empatizar implica más que sentir. En un contexto técnico empatizar implica realizar un movimiento psíquico hacia el otro en términos cognoscitivos y comportamentales. Por estos tres elementos (afecto, cognisción y comportamiento) la empatía es una actitud más que solamente una forma de sentir. Empatizar es mantener una postura técnica que, de ser sostenida por un tiempo demasiado prolongado, nos desgasta y nos hace desempeñarnos de manera pobre. Al igual que un deportista que mantiene una postura física para lograr un buen desempeño en su deporte, cada cierto tiempo el atleta empático requiere detenerse, abandonar la postura y «estirar» los músculos de su psiquismo. Esto lo logramos a través de darnos el permiso de no ser tan empáticos en otros ambientes lejos de la consulta.
Nadie puede ser empático todo el tiempo, mentalizar, estar atento afectivamente, mantener la postura sin descanso nos haría obsesivos, nos desgastaría y finalmente nos haría generar síntomas importantes.
La Madre Percibida
Generaciones
De la Monogamia, el amor, el deseo y el apego.
Es irreal no reconocer el hecho de que podemos sentirnos atraídos por más de una persona a la vez e incluso que esa atracción no significa que estemos menos enamorados de alguna de esas personas (tal vez hasta más de una). Algunos otros aportes de estos autores es que existe toda una serie de procesos neurológicos que se activan y desactivan en el amor, el deseo y el apego (Fisher), que muchas veces esta atracción por otras personas no tiene que ver con la relación duradera en la que estemos (Perel) y tampoco significa que la relación de largo plazo esté irremediablemente dañada y deba terminar (Savage). Después de todo, cada pareja lidia con estas realidades a su modo y, si me preguntan a mí, soy un gran defensor de que cada pareja realice acuerdos específicos que puedan ser hablados cada cierto tiempo para ser cambiados o no. Configurar una relación (abierta, cerrada, con algunos permisos o no) es una tarea que se da a lo interno de cada pareja y el truco está en que ambos estén realmente de acuerdo en cómo quieren llevar la relación, en que no haya nadie lastimado y en hallar la manera de redescubrir al compañero(a) una y otra vez.
Me siento viejo
Tal vez sea porque ayer hice insanity y hoy tuve que dormir un poco más para tratar de recuperarme, o porque vi el primer episodio de «Looking» y me identifiqué más con el tipo del bigote que está «pushing 40», o porque ayer en el gym un kid como de 22 se me acercó para pedirme la máquina y me habló de «usted». Me pregunté si estar vestido con esa ropa de ejercicios con colores neon es algo apropiado para mi edad. Además, es interesante que lo vea a él como un «kid» hoy día, mayor prueba de mi galopante adultez.
Tal vez también tiene que ver con que no entiendo la moda esa de dejarse la barba como si estuviésemos otra vez en los 70 (y en la parte mala y desaliñada de los 70) sin ofender a los osos, es más a los hipsters a los que me refiero.
Ah! Claro, también porque me preocupan cosas como los impuestos y puedo prever desastres diferentes dependiendo de quien gane las elecciones para presidente del país.
No sé, me siento muy viejo esta noche. Y de alguna forma me siento así desde niño. Estuve revisando algunos escritos viejos y las dudas de mi juventud ya no están ahí como antes, lo cual no significa que no tenga dudas, solo que tengo dudas distintas a las de esa época.
Esto de hacerse adulto es algo peculiar. Todavía no sé como tomarlo, pero creo que la duda de si uno va por el camino adecuado es algo permanente a lo largo de la vida. La gente aún mayor que yo sabrá desmentirme si me equivoco, pero… ir en el camino adecuado. En cualquier caso, mientras hago el duelo por mi juventud, la gran pregunta sería ¿El camino adecuado para qué?
Naturaleza Humana
- Ser rígido en cuanto a la identidad, la pertenencia y las etiquetas es un signo de inseguridad. Mientras más nos abrazamos a algo, más mostramos nuestro temor a perderlo y, por lo tanto, nuestra poca seguridad en que realmente es una parte nuestra. Si estuviésemos seguros de nuestras identidades no temeríamos que se afectaran por las identidades ajenas. Por eso ese chiste sobre cómo la gente homofóbica en realidad es gente insegura de su propia heterosexualidad. No siempre es así, pero en muchos casos sí lo es, así que si hay algún dejo de homofobia en su pensamiento y es usted heterosexual, tal vez deba darle una pensada a cuán claro está en cuanto a su propia sexualidad. Si está inseguro, no se sienta mal, lo más probable es que sea un producto del aprendizaje social que ha tenido, y todo lo que se aprende se puede desaprender así que tenemos esperanzas.
- Dividirnos en grupos como resultado de ponernos etiquetas y crearnos identidades rígidas nos pone en riesgo de atacar a quienes no pertenezcan a nuestro grupo. Por eso los seres humanos se pelean por las divisiones más superficiales y que son una elección personal (como ser fanático de un equipo de fútbol y no de otro, o pertenecer a un partido político u otro) o por cosas más inherentes a la naturaleza de cada quien y que no se eligen (como ser homosexuales o heterosexuales). Muchas personas de religiones distintas se sonríen de frente mientras piensan en lo equivocado que está el otro, pensarlo es devaluarlo, y no es del todo realista pensar que el otro está equivocado solo porque su mitología es distinta a la de uno. Por esta razón también los adolescentes se atacan entre sí cuando pertenecen a grupos distintos, con identidades diferentes. Aún están aprendiendo a calibrar su agresión y a mantener la seguridad en sí mismos sin atacar al resto. Es nuestra responsabilidad como adultos darles un ejemplo adecuado, para que puedan aprender a calibrarse. De la misma manera, si volvemos al ejemplo de la persona homofóbica encontramos que siente alguna amenaza de quienes son distintos, por lo tanto, para minimizar la ansiedad que les produce la amenaza, atacan a la gente homosexual con chistes agresivos, comentarios malintencionados, palabras hirientes, sobrenombres, golpes, devaluaciones, negación de derechos, etcétera. Tal vez imaginan la vida de la otra persona tan diferente que no pueden hacer menos que atacar para mantener esa diferencia y, con ella, su identidad.
Pareciera que quienes piensan distinto a nosotros no pueden estar en lo correcto porque, de ser así nos tocaría admitir nuestra propia equivocación. ¿Hay otras formas de vivir la vida? ¿Podría liberarme de las limitaciones que conlleva pertenecer a mi grupo? ¿Habré estado equivocado todo este tiempo? ¿Y si desperdicié mi vida pensando equivocadamente? ¿Será que mi verdad no es la verdad de todos? ¿Acaso no existe una verdad absoluta? ¿Debo revaluar mi idea de lo que está bien y lo qué está mal?
Una historia de los derechos LGBT en la ONU
Conmemorando el Día Internacional de los Derechos Humanos, la Organización de Naciones Unidas ha dejado este vídeo en YouTube informando sobre campañas y el estado de las cosas en cuanto a derechos de personas LGBT. Veámoslo y comentemos.
Un fuerte abrazo.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=TKTPD9hfutU]