Estamos en noviembre, en mi país (Panamá) es el llamado «mes de la patria» porque en este mes se celebran casi todas las fiestas que tienen que ver con nuestro origen como nación. En varias de estas fechas la celebración incluye desfiles de bandas de música o de guerra, normalmente pertenecientes a centros educativos o a instituciones públicas (como la policía nacional, el cuerpo de bomberos, etc.) o bien grupos cívicos u otras organizaciones (como los Boy Scouts). Algunas de estas bandas de música o de guerra también son independientes, es decir, son conformadas por personas que desean marchar y se organizan sin pertenecer a ninguna institución o representar algún grupo particular.
 
Este año, en uno de los desfiles en el interior, un chico de una banda independiente que cargaba una guaripola realizó el recorrido usando zapatos de tacón alto, similares a los que usaron las chicas de la misma banda (ver foto). Esta fotografía ha generado comentarios de parte de la gente en todos los sentidos y, salvo los chistes y demás, en general la gente habla sobre lo irrespetuoso que fue el chico para con nuestra patria y cómo no vestía el uniforme porque el resto de los varones en su grupo no iban en tacones. Yo creo que la discusión es más profunda que eso.
 
El chico pertenece a una banda independiente, lo cual no significa que no deba haber regulaciones sobre ellos. Estoy de acuerdo en que el desfile es para rendir homenaje (y respeto) a la patria, no a la diversidad sexual. Dicho eso, la pregunta que se desprende es, fuera de todo prejuicio y de toda construcción tradicional del género ¿Por qué es irrespetuoso que él lleve tacones? O bien, si es irrespetuoso que él los lleve ¿Por qué NO es irrespetuoso que los lleve la chica junto él (o que ella lleve la minifalda, ya que estamos en eso)? 
 
Como comentó un muchacho en Facebook, es importante no pasar por alto estas cosas, pero para mí es porque estos hechos disparan conversaciones necesarias sobre quiénes somos y qué tipo de reglas aplicamos a hombres y a mujeres. Después de todo, tal vez hubo vanidad o ganas de llamar la atención en el comportamiento del chico, pero eso es lo mismo que sostiene el comportamiento de la chica al lado suyo que usa los tacones (dentro o fuera del desfile), el asunto es que a la mujer se le permite y todos hemos normalizado eso en nuestra mente a punta de repetición, pero en sí mismo no hay ninguna diferencia entre que lo use uno o el otro o ambos o ninguno. Falta de respeto sería quemar la bandera, escupirla, verbalizar insultos contra nuestro país, etc. 
 
Digamos que este chico usa tacones en su vida regular ¿Es irrespetuoso marchar por tu patria como eres?
¿Qué tiene que pasar para que dejemos de saltar automáticamente a calificar de irrespetuoso el hecho de que un hombre haga cosas que tradicionalmente hacen las mujeres? Hay muchas preguntas que se desprenden de este evento y creo que vale la pena conversar y recordar que ya pasamos por esto en la época de las mujeres usando pantalones. Las expresiones de género son bastante independientes, a veces son confusas, pero de ahí a que sean irrespetuosas… pues nos tocaría revisar.
 
No sabemos cuál es la orientación sexual del chico, porque a lo mejor usa tacones y es tan heterosexual como cualquier otro. Esa es la conversación importante que necesitamos tener, la sexualidad es compleja y a veces todo lo que nos suene raro dispara una alarma. Pero no por eso es necesariamente irrespetuoso. Pregunto, si todos los varones de esa banda hubiesen marchado con tacones ¿Nos parecería irrespetuoso? O diríamos «ah, que bien! van todos iguales» y habríamos pasado por alto el hecho de que son varones haciendo «cosas de mujeres» y eso nos parece raro en el mejor de los casos y un irrespeto en el peor.
 
Es decir, no podemos hacer como que no nos molesta. A mí me hace ruido y quiero pensar que si yo tuviera la mente más abierta tal vez se me caería el cerebro. Pero no es necesariamente un irrespeto. El primer paso para mejorar la sociedad en términos de las expresiones de género es reconocer que hay cosas que nos incomodan y que no deberían incomodarnos. Hace unos años era raro que un varón llevara batuta o guaripola en los desfiles en Panamá, luego era raro que bailara mientras lo hacía, hoy este chico lleva tacones en el desfile. En mi opinión esto es la sexualidad que existe pero que no se reconoce como sociedad y está empujando para salir. Mi pregunta es ¿Cuántas manifestaciones de «cosas raras» deben darse antes que conversemos al respecto y revisemos cómo construimos el género en nuestro país?