Estoy de acuerdo en que no se debe partir de lo que se ve en estos programas para tratar de entender a cada homosexual o lesbiana en el mundo. Cada uno es, después de todo y como cualquier otra persona, único e irrepetible y no tiene por qué encajar en las imágenes comercializadas de las lesbianas y los homosexuales que se presentan en televisión. De la misma forma en que muchos personajes latinos de otros «shows» son siempre presentados como ladrones o sirvientes de gente blanca y todos sabemos que esto no es necesariamente así, ni siquiera en los Estados Unidos.
Una cosa que me llamó la atención sobre Queer as Folk, cuyo nombre surge de un refrán inglés antiguo que significa algo así como «tan raro como los demás» y habla de que todas las personas tenemos nuestras peculiaridades y somos extrañas, por decir lo menos, es que la serie causó mucho revuelo, pero no siento lo mismo con «the L word». Debo admitir, sin embargo, que no sigo esta última serie, solo he visto un par de episodios.
Una de las cosas que he observado (y esto es meramente una observación mía que puede muy bien estar errada) es, por ejemplo, que el lesbianismo está mucho más aceptado que la homosexualidad masculina. Muchos varones heterosexuales hasta sienten placer al ver a dos mujeres teniendo interacción sexual entre ellas pero, como dice Marina Castañeda en su libro, siempre y cuando ambas sean muy femeninas. Castañeda (1999) concluye algo supremamente interesante y que tal vez pueda ayudar a todos a comprender más el fenómeno de la homofobia: El temor y rechazo a la gente homosexual no se basa tanto en que sean personas del mismo sexo que sostienen una relación entre sí, sino en el temor primitivo de muchas personas a la posibilidad de que exista un cambio de género. Es decir, las lesbianas son excitantes para los varones heterosexuales, siempre y cuando ambas sean femeninas, es decir, siempre y cuando la expresión de género que poseen sea la que esos varones heterosexuales consideran que corresponde a la mujer. Nunca se ha visto a la lesbiana «butch» en la pornografía heterosexual, por ejemplo. Al mismo tiempo, apunta Castañeda, la pornografía gay para hombres presenta siempre a varones con signos exagerados de virilidad (grandes músculos, vello facial, rudeza o penes supuestamente enormes, etc.) que dejan de lado cualquier duda sobre su hombría y cualquier posibilidad de ser percibidos como femeninos.
Lo anterior me hizo pensar que la cruzada homosexual por los derechos no necesariamente va en buen camino. Tal vez a lo que debamos apuntar es a la educación y a estrategias que hagan al mainstream heterosexista darse cuenta que aunque seas el hombre más homosexual del mundo o la mujer más lesbiana que ha existido (si es que hay grados, como decía Kinsey), nunca dejarás de ser hombre o mujer. Sencillamente serás un hombre o mujer no heterosexual, sin importar tanto cómo expreses tu género.
¿Alguna idea sobre estrategias que nos lleven a difundir esto? Pueden usar el enlace para comentarios al final de esta entrada y dejarla ahí.
Saludos,
Alvaro, tu comentario está tan completo que no podía dejarlo solamente acá. Espero me perdones el atrevimiento de «importarlo», pero, insisto, tus opiniones son demasiado importantes.
Simplemente por lo reprimida de la sexualidad femenina, el lesbianismo no es tan significativo como la homosexualidad en hombres. Todos conocemos a ese personaje de la familia o del barrio que es mujer y tiene rasgos masculinos, pero la verdad simplemente nadie le dice nada y menos si por lo que fuese tiene un hijo o varios, y es que al final cumple su rol como lo que se supone es ser mujer. Y aunque sea muy ahombrada no es sujeto de histeria colectiva, es que no es lo mismo pues vivimos en una sociedad machista>Además nadie encuentra las imagenes de sexo entre mujeres ofensivas, a diferencia de las imágenes de sexo entre hombres, razón por la cual esta serie no causa revuelo. De las personas que conozco, los hetero siguen más esa serie deseando ver escenas de sexo lésbico.
Bueno, yo ví la serie primero por que tenia curiosidad de ver que ofrecia, y entender el lesbianismo, hoy que me siento mejor, no bien, enfoco la serie tal como lo explicaba el dr. Canton, la verdad que venden una imagen, y por supuesto el creador de la serie es un comerciante que a su vez da sugerencias subliminales en busqueda de objetos de satisfacción que a la alrga es una cadena de cosas comerciales. También creo que asi como vemos ciertamente en la calle homos que son muy estereotipados en su forma de conducirse, sé que la gran mayoria son personas serias, profesionales y que son lo que son un hombre y una mujer, lo que tienen de distinto es su preferencia sexual. Alvaro en resumen la serie no me gusto y no creo que la siga primero por la hora y segundo no me produjo ningun espasmo, la otra serie vi varios capitulos y tampoco me agrado lo que vi, no por homofobica ni mucho menos, respeto y asi como a mi me gustan los hombres, los demas con sus gustos y colores.>Un abrazo para uds que tan gentilmente me leen, yo seguire investigando sobre el lesbianismo y tal vez consiga mis respuestas o me quede satisfecha con lo que ya se, lo que busco es con la intención de entender mas a mi hija y como madre saber que decirle en el momento que ella sienta necesidad de expresarme sus sentimientos, los cuales entiendo, solo porque soy su madre y la amo tal como es, ella es preciosa y deseo que sea feliz.>Super mamá