Con el paso del tiempo, el tema de la diversidad sexual gana más y más atención. Aunque la mayoría de la gente desconoce mucho sobre el tema, la humanidad no puede evitar mirar aquello que hace años era invisible. Hoy día existen debates sociales con implicaciones políticas importantes, se buscan derechos que han sido negados en la mayoría de los países de manera tradicional, gracias a la falta de reconocimiento de la existencia de la comunidad diversa. Las cosas están cambiando.

Desde 1973, cuando las organizaciones Psiquiátricas y Psicológicas más importantes de Estados Unidos retiraron la homosexualidad de la lista de trastornos mentales, han pasado muchas cosas. Los últimos eventos significativos lo hacen a uno pensar y dan un sabor agridulce a la experiencia.

Hace unas cuantas semanas, Washington DC aprobó los matrimonios homosexuales, seguido unos días después por México DF, en donde se incluyó el derecho a la adopción. Ayer en la tarde Ricky Martin, uno de los «entertainers» latinos con mayor influencia en la cultura popular, aceptó su homosexualidad en su sitio de internet y vía twitter. En poco menos de una hora la noticia había recorrido el mundo, sus fanáticos se enteraron por su sitio de internet y las noticias de farándula, los activistas difundieron la información y publicaron notas de felicitación. En la «blogosfera» y las redes sociales como Facebook y twitter se podía leer todo tipo de comentarios al respecto.

He pensado mucho si debía escribir sobre los acontecimientos recientes, si debía publicar mi agrado frente a las victorias de los activistas y los logros para la comunidad. Pero nunca lo hice, detenido siempre por mi observación crítica de lo que ocurre y mi sospecha de que hay algo más sucediendo en el fondo de tanto movimiento.

No me malentiendan, me alegra la situación por los derechos ganados y la mayor integridad y congruencia que se permiten íconos culturales como el mencionado cantante, pero me preocupan las razones por las cuales se dan estos cambios y lo rápido que pueden revertise si no están fundamentados en un real entendimiento de la causa y aceptación de la diversidad humana.

¿Está el cambio legal relacionado a la política partidista? ¿Qué implicaciones hay en esta vuelta de la marea? ¿Es este cambio permanente o hay alguien jugando con la comunidad para beneficiarse de alguna manera? ¿Es paranoia lo que motiva mis preguntas?

De cualquier forma, solo podemos alegrarnos por lo positivo de los eventos recientes. Sobre todo por los beneficios para la salud que tendrá para gente como Ricky Martin y el efecto dominó que debe tener su comunicado en el pensamiento colectivo. No se trata de si lo sabíamos o no, (porque todo el mundo lo sabía) sino de lo liberador que es para él admitir su sexualidad y no vivir con verdades a medias nunca más. Es un acto de valentía, liberador como pocos en la vida pero que debe hacerse cuando se está listo, no antes. Con algo de suerte, a través suyo la gente podrá reflexionar sobre lo difícil que ha sido para muchos, las implicaciones que tiene el silencio y lo necesario que es vivir con mayor congruencia, dejando a un lado lo socialmente aceptado para abrazar lo que es personalmente vital.

Los dejo con las palabras que más resuenan en mi mente de toda su carta.

«Dejarme seducir por el miedo fue un verdadero sabotaje a mi vida. Hoy me responsabilizo por completo de todas mis decisiones, y de todas mis acciones.«

Bien por ti boricua, way to go!