Hay una serie de preocupaciones que las personas que se denominan «pro-familia» siempre manifiestan. En redes, en televisión, de persona a persona, es común escuchar una y otra vez los mismos argumentos para oponerse al matriminio entre personas del mismo sexo. Es momento de abordar, una por una, estas preocupaciones para que veamos que todo se basa en el miedo infundando por algunos líderes. Enumeremos cada argumento y respondamos.
- El matrimonio NO es un derecho humano: Panamá es signataria de los convenios internacionales, entre ellos la Declaración Universal de Derechos Humanos. La cual dice que todos tenemos derecho a formar una familia, en Panamá la familia se forma bajo la figura del «matrimonio» y es por eso que el matrimonio es un derecho para todos y debe ser garantizado por el estado.
- La familia conformada por hombre, mujer e hijos es lo normal y fue la que creó dios: les recordamos que vivimos en un estado laico, lo cual significa que no se legisla basados en creencias particulares (por ejemplo, religiosas) sino para todos los ciudadanos independientemente del abanico de creencias que existe. Esto significa que el modelo de familia de una religión específica no puede ser considerado «el modelo normal», al tiempo que se invalidan las demás formas de familia que hay. También es cierto que el estado no puede obligar a nadie a tener un tipo de familia específico, si así fuera tal vez las madres solteras deberían apurarse a conseguir maridos o las abuelas que crían nietos deberían entregarlos a parejas heterosexuales que los reciban porque eso es más parecido a la «familia tradicional». Todas las familias son válidas siempre y cuando su funcionamiento sea suficientemente sano. La realidad es que las familias son distintas, como lo son las creencias de cada quien, pero recordemos nuevamente que no se puede legislar basados en creencias sino en el bienestar común, los derechos humanos y la ética.
- Están tratando de redefinir el matrimonio: No se trata de redefinir el matrimonio, ya está definido como la «unión entre cónyuges» en al constitución de nuestro país, se trata más bien de un llamado de atención sobre el artículo del código de la familia que vulnera a la definición original de matrimonio que está en la constitución.
- Las personas homosexuales pueden «curarse» y volver a ser heterosexuales: la orientación no «pasa» en un momento, no es algo que la gente decide sino que va descubriendo y definitivamente no es una enfermedad, por lo cual no requiere ser curada. El proceso de ir descubriendo la orientación sexual propia pasa igual en personas heterosexual. Es muy interesante ver como mucha gente heterosexual piensa que la gente gay decide ser gay cuando ellos mismos nunca decidieron ser heterosexuales, funciona de la misma manera en ambos lados, somos más similares de lo que se ha admitido.
- «Es que la biblia dice…»: nuevamente debemos recordar que este no es un estado teocrático, sino laico, lo cual significa que no se legisla basados en las creencias particulares. No podemos tomar en cuenta lo que dice la biblia porque sería injusto obviar lo que dicen los textos sagrados de otras religiones cuyos miembros también viven en nuestro país y son ciudadanos del mismo. No importa si una religión es mayoritaria o no, la protección del estado es para todas las personas, no solo para las mayorías. Necesitamos más empatía que religión porque muchas personas que se denominan religiosas (en este caso cristianas) y no han comprendido realmente la filosofía detrás de sus creencias se la pasan diciendo que la usan para saber diferenciar el bien del mal pero no cumplen con la regla más básica del cristianismo, en otras palabras, son incongruentes y todos sabemos que donde hay incongruencia hay un problema de salud mental. No, no están locos o trastornados, pero no están pensando con claridad y eso significa que hay un problema que atender.
- Las personas LGBT que crían niños les hacen daño: los profesionales de salud mental que nos dedicamos al tema de la familia, la psicoterapia, el desarrollo humano desde la infancia hasta la adultez mayor y demás sabemos que no se necesita ser hombre o mujer para ser un buen cuidador de los hijos. Lo que requieren los hijos para tener un desarrollo sano es tener cuidadores con una buena salud mental y que sean capaces de establecer patrones de apego y vinculación (estas son cosas técnicas pero con gusto se las explico si quieres) y eso no depende de los genitales de los cuidadores. Hace tiempo sabemos que la gente no tiene que tener un papá y una mamá para desarrollarse como personas sanas, por eso hay mucha gente sana a quien se le murió la madre o el padre o que no tuvo acceso a ambas figuras por alguna razón. Lo que sucede con esto es que esta información no se divulga y la gente sigue pensando que hay solo una manera de crecer sano (con mamá y papá) pero no es así.
- Si se aprueba el matrimonio igualitario y se reconocen los demás tipos de familia se están violando los derechos de las personas heterosexuales: en primer lugar que te críe tu abuelo o un hermano mayor o una tía o una madre soltera es, de hecho, lo más común en Panamá. Es tan común que es lo «normal» estadísticamente hablando. Por otro lado, nadie está «violando» los derechos inalienables de las personas heterosexuales, el matrimonio igualitario no invalida el matrimonio heterosexual ni les quita las protecciones que ya tienen o los derechos de los que ya gozan, sencillamente se garantizan esas mismas protecciones para las parejas del mismo sexo en el terreno civil.
Por último, recuerda que en términos antropológicos la familia no es originalmente un hombre, una mujer y un hijo, sino un clan de gente, un grupo más grande donde la responsabilidad de proteger y criar a la generación siguiente es de todos. El respeto no puede darse primero para unos y luego para otros, no hay «derechos exclusivos», la igualdad ante la ley es lo que se pide porque si hay derechos «exclusivos» estaríamos catalogando a unos ciudadanos como más valiosos que otros, es decir, tendríamos a un grupo como ciudadanos de segunda o tercera clase y eso, mis queridos visitantes, es la definición de discriminación.
La transgresión a la norma se ha de respetar, pues aporta un conocimiento valioso, sin embargo, cuando esta transgresión se convierte en la norma, la estabilidad-viabilidad-regeneración, el grupo peligra.
En lugar de perdernos en lo que está bien o está mal, creo que la simple frase «vive y deja vivir» sería una buena síntesis, podríamos empezar por preguntarnos por qué en la comida se vienen detectando desde hace años sustancias químicas, como el Bisfenol A, un disruptor endocrino, que altera la conducta sexual.
Es interesante preguntarse qué efecto pueden tener éstas sustancias a las que estamos expuestos diariamente, (las podemos encontrar en latas de refresco, latas de conserva, bidones de agua y muchas de las etiquetas o materiales de los productos del mercado) y que resulta que alteran el sistema hormonal de las hembras masculinizándolas mientras que feminizan a los machos…
Hay mucho que estudiar aún, sin embargo es importante preguntarnos por qué consideramos negativa la expresión sexual “distinta” cuando no hay una afectación directa en la salud.
Hay mucho que estudiar, y sin embargo no se hace… en general, apenas he visto personas preocupadas por que este tipo de sustancias estén cambiando la conducta sexual de la sociedad a gran escala… ¿por qué de esto no se habla? ¿No es acaso importante?
De hecho, cómo podemos considerar saludable una conducta sexual ocasionada por un disrruptor endocrino? Primero deberíamos vivir en un entorno saludable y ya después reflexionar sobre las conductas humanas que emergen de forma genuína y no por un desorden hormonal…
Lo que sabemos hasta el momento es que no hay “irregularidades hormonales” que provoquen el comportamiento homosexual. Además recuerda que la orientación sexual es mucho más que el comportamiento, implica muchas otras cosas. La gente homosexual ha existido desde siempre, antes de la vida moderna y cualquier efecto que la misma pudiese tener en el funcionamiento hormonal de las personas.
¿Por qué es difícil aceptar que hay personas diferentes?
Sí, sí lo sabemos, hay diversos estudios con ranas y ratones… y seguramente con humanos. Así que es algo que casi lo podemos afirmar. Considero que en general a nadie le importa lo que haga cada cual en su vida privada. Tal vez lo que incomode es la exibición pública de lo íntimo, ya sea una exibición de una conducta sexual hacia el mismo o el diferente sexo. Es el hecho en sí de mostrar al público algo íntimo y personal. Considero que también se ha de respetar que no todo el mundo esté de acuerdo con determinadas orientaciones sexuales. O que no tolere oír hablar en público de lo íntimo de cada cual. Que se encuentre violentado por ello. Y por último mencionar que así como la «ley de violencia de género» termina por generar más violencia entre las parejas. sólo hay que mirar como aumentan las estadísticas cada año… pueda aquí resultar algo parecido… Que también es curioso que la «ley de violencia de género» persiga únicamente los crímenes del varón heterosexual y no a los de la mujer o los del hombre homosexual.
El tema de la ley de violencia de género tiene muchas aristas y definitivamente hay cosas que revisar. Ahora, el tema que nos trae al blog es la diversidad sexual y leo en tu comentario que hay cosas que se necesitan aclarar. En primer lugar, estar en desacuerdo con una orientación sexual es como estar en desacuerdo con la lluvia, hay aspectos naturales de la vida con los que estar de acuerdo o no carece de sentido, es solo un algo que existe y que ha existido siempre y es importante convivir con esa realidad ya sea que nos incomode en algún momento o nos agrade en otros.
En cuanto a mostrar o no conductas sexuales en público creo que necesitamos revisitar los conceptos de «sexualidad», «intimidad» y «privado». Hay comportamientos que incomodarán a otros independientemente de la orientación de quien los realiza, pero observemos la doble moral que existe, de pronto comportamientos sencillos como tomarse de las manos o darse un beso de manera casual no es cuestionado o mal visto para parejas heterosexuales pero levantan comentarios agresivos y ataques violentos si los muestra una pareja del mismo sexo. Hay definitivamente mucho que revisar, pero creo importante regresar a la necesidad de preguntarnos por qué estos cuestionamientos se hacen frente a parejas del mismo sexo y no frente a todos.
Que estés bien!
Me refería más bien a las manifestaciones estilo, día del orgullo gay, que a muchos nos parecen de muy mal gusto… sólo hace falta ver algunas fotografías o vídeos que circulan por internet… No me refería en ningún momento a muestras de afecto, como puede ser tomarse de las manos…De acuerdo con que la homosexualidad se remonta al principio de los tiempos, pero eso no le otorga status. Sólo lo puede hacer la calidad de los sujetos. Tampoco entiendo muy bien porqué esa necesidad de etiquetarlo todo, no podemos ser simplemente hombres y mujeres sexuales. Tal vez todas esas etiquetas son las que están creando este gran abismo. De nuevo recalcar que es importante conocer como por medio de «hay que respetarlo todo» (consignas que además nos son impuestas por la oligarquía, como por ejemplo la bandera del arco-iris) terminamos por no respetar absolutamente nada. Un saludo!!
El problema de las etiquetas es real, en algún post del blog hablaba yo sobre como las etiquetas nos sirven para hacer ciencia, clasificar y entender nuestra naturaleza o describirnos demográficamente, sin embargo en el día a día no deberían ser algo relevante, porque nos llevan a dividirnos de manera innecesaria.
Me gustó tu disertación en esta tercera parte, muy bien explicados los puntos.
Saludos,
FR