Todos sabemos que descubrirse gay en este lado del mundo puede traer incertidumbres (cuando menos) y, sobre todo en las primeras etapas de la aceptación, puede dificultar el contacto con otros “compañeros de equipo”. Conocer a otros como uno es necesario para ayudar a crear una forma de identidad, pero también puede ser difícil hallar a esos otros.
¿Cómo los encuentras? Buscando ¿Cómo los buscas? En internet.
Así que muchas personas gay, sobre todo en esa etapa, encuentran en el internet y las redes sociales una forma seductoramente fácil y pocas veces sana de encontrar a otros que compartan su orientación. El internet está lleno de peligros, no solo hay predadores buscando niños, también hay predadores buscando adultos (al menos en edad) y es sencillo entrar a formar parte del mercado de carne que se puede notar fácilmente en la red social de su elección. Pocos de estos servicios tienen restricciones apropiadas para mantener cierta forma de orden y, al final, es sencillo ver a hombres gay entrar a varios perfiles o salas de chat, uno tras otro, para buscar el levante de una noche o algún amigo con quien compartir la soledad.
Navegar en internet buscando compañía puede ser algo altamente adictivo. Muchos pacientes y ex-pacientes han pasado por eso. La mayoría de quienes han asistido a consulta y presentan este comportamiento de manera compulsiva, acaban dándose cuenta luego de tiempo y terapia que lo que buscan no es necesariamente el sexo de una noche, sino algo de conexión humana. Muchos buscan realmente “conectarse” con alguien que les comprenda afectivamente y con quien compartir aspectos íntimos más allá del sexo de cama. Sin embargo terminan, a raíz de muchos tropiezos, participando del laberinto oscuro del chat y volviendo a él cada vez que se sienten solos, lo cual suele ser más frecuente cada vez.
Es como una droga que les evita sentir la soledad o la incomodidad de ser diferentes en un mundo de iguales. Es igual que meterse en una discoteca gay “para ver y ser visto” y admitirse a sí mismos quienes son, solo para regresar, luego de la rumba, a casa (propia, de los padres, de la esposa, etc.) y meterse tan adentro en el closet que podrían muy bien mudarse a Narnia*.
Cuando este tipo de incongruencia sucede, cuando se da la vida doble o la desesperación por encontrar a otro y acostarse, usualmente lo que está en juego es mucho más que el cuerpo y lo que motiva ese comportamiento puede ser invisible para quien lo practica, así que a monitorear lo que hacemos online, porque tal vez sea una expresión de un problema más profundo.
Un abrazo y que estén bien.
*Ese chiste se lo acabo de robar a alguien, si está leyendo esto, sabrá quien es. Gracias por el aporte involuntario. =)
Muy bueno tu post. Pero quisiera hacerte una pregunta. ¿No se será tan descabellado decir que los gays sufrimos más problemas de ansiedad que nuestros pares heterosexuales? Especificamente, de la fobia social.
Quisiera que algún dia hablaras de eso, porque siento que es algo muy común y además, literalmente, puedes tener fobia a la reaccion de la gente cuando salgas del closet. Entonces, me gustaría que algún día comentaras de eso, gracias.
Es cierto es un deseo de no sentirse solo. Es mas que buscar sexo.
omega
Doctor que es eso de buscar adultos a menos en edad.
omega
encontre tu blog por una nota en Gay Como Tu, muy interesante me parecio un aporte. suerte en todos tus proyectos.
Sí, cuando tenía 19 años me pasaba eso, hasta que un día dije: ¡ya basta!, fué cuando conocí a mi pareja actual, es sorprendente como cambia todo cuando te lo propones y te enfocas en encontrar a esa persona y no sólo sexo…
Saludos..
Hola lectores:
Herus, no creo que la gente gay sufra más de fobia social que los heterosexuales, pero sí se pueden desarrollar comportamientos de evitación social que son suficientemente importantes como para requerir atención. Todo esto se da usualmente por el temor a la reacción que el medio pueda tener. Así que no es tanto una fobia social (que algunos sí pueden tenerla) como una conducta de evitación de las situaciones sociales y los contactos directos. Por eso el internet provee un área que a muchos les parece segura, porque interactúan con gente, pero escondidos detrás de una nickname y separados por la distancia.
Omega:
Cuando digo que hay predadores que buscan adultos «al menos en edad», me refiero a que hay personas que buscan encuentros sexuales con otros hombres que ya son mayores de edad, pero que son muy inmaduros para darse cuenta que están jugando con ellos.
Pablo Salvador:
Gracias por los comentarios, espero nos sigas visitando y pases este blog a tus conocidos, siempre es bueno tener más visitantes y lectores, porque eso enriquece mucho los temas.
Edén:
Efectivamente, usualmente el comportamiento de estar chateando se detiene cuando se consigue una pareja seria o bien cuando el individuo se da cuenta de lo que significa el acto de buscar gente online, cuando realmente se da cuenta que lo que busca no lo va a encontrar allí.
Saludos Doc.
Usted ha mencionado algo importante. SOLEDAD. Siempre he pensado que es eso precisamente lo que motiva a buscar esas relaciones por internet. Mas que ansiedad o fobia social, nos sentimos solos.
En lo particular no me gusta ese modo de conoer a personas de mi misma especie (espero que esto no suene mal), pero uno encuentra en estos sitios gente que miente desde la edad que tienen, lo que hacen, etc. etc. Si busco sexo, perfecto, estamos en el lugar adecuado, pero si quiero mantener una relación de pareja de calidad, entonces creo que estamos en mal camino. No creo en internet este esa conexcion humana que usted indica y que quisiera encontrar.
Riesgos, si hay un monton… yo he experimentado este año un sitio (que me resevo el nombre) que solo me ha servido para entretenerme un poco. Solo sali con una persona queme pareció agradable, pero NADA QUE VER. Otro caso me resultó atracción fatal. Ni nos conocímos y resulto que me extrañaba y que yo era el hombre de su vida. Siempre me pregunté cómo era eso posible, si solo me conocía por fotos. Pero bueno.
Yo en lo particular estoy medio resignado. Encontrar a alguien que por lo menos tenga un poco de amor propio es algo que no se encuentra muy a menudo. Me toca aprender a vivir conmigo mismo y si algo bueno aparece en el camino, se los hago saber.
Pero la soledad es una compañera que se mantiene siempre en este mundo gay. Nos toca llegar a ser buenos amigos.
Edwin H
Interesante tema, sin duda. El internet es un caldo de cultivo bastante fructífero para despertar el morbo y la imaginación, no sólo de los gays sino de cualquiera.
El asunto es que la intención que está detrás de la palabra escrita, si no entiendo mal, se transmite solamente a través de lo intelectual, y en ese sentido , y sólo en ese, se despiertan las emociones.
La diferencia a la hora de una relación en vivo está en el constante intercambio entre lo intelectual y lo puramente emocional que emana de la vivencia per se.
Mi comentario se centra en el hecho de que nunca va a ser lo mismo estar que pensar estar, sea cual sea la intención de fondo, y sí, en efecto, el internet es una forma de decir «aquí estoy, pero no te digo quién realmente soy». Un arma de dos filos, pero que al mismo tiempo embellece el panorama imaginario. Cuando llegas a conocer en carne y hueso a la persona irremediablemente «idealizada» en tu imaginación, te toparás con una experiencia totalmente distinta, y a veces, desalentadora.
Si quieres encontrar una pareja o un acostón, no sé cuál sea tu necesidad, en todo caso será mejor «in vivo» desde el principio; ésta es mi humilde recomendación. Sal de casa, respira el ambiente que la tecnología nunca podrá darte. Y si no, aprende a “oler” a través de las palabras.
Interesante tu escrito, pero hay otro punto de vista que no suele ser visto detrás del nick o del post de quienes utilizan la via del internet para conocer o relacionarse. Es parte del los gays (e incluyo a héteros) que suelen juzgar a las personas sin conocerlas. Es una especie de información que tienen en su disco duro y que sienten les dá el derecho de calificar a otros por su condición social, laboral, familiar o física.
Y el que utiliza el Internet para conocer o tener un encuentro de cualquier tipo (abriéndose realemente como es), quiere decir: Man aqui estoy, soy un tipo normal, común y silvestre. Con tus mismos gustos y temores, con tus mismos buenos sentimientos y tu misma lujuria…
Existe una especie asi también detras del mouse, ansioso de experimentar y expresarse realmente como es.
Y esto demuestra que muchas veces, no damos oportunidad de conocer realmente a la persona y que muchas veces solo juzgamos por lo que vemos
Saludos desde Narnia
Atrapados en la red
Mucha gente todavía piensa que conocer a alguien a través de Internet es algo malo, amén de una locura, y que las relaciones virtuales no pueden compararse en absoluto a las reales. ¿Pero es que hay alguna diferencia entre la gente que anda por la calle y la que se sienta delante de su ordenador todos los días?
Cuando se habla de las relaciones a través de Internet, a todos se nos viene a la cabeza la típica viñeta en la que un ser esperpéntico masculino, que se encuentra en su casa en calzoncillos, chatea con un ser esperpéntico femenino, que se encuentra también en su casa, ataviado con una bata y con los rulos puestos. Ambos teclean y se describen a sí mismos como modelos de pasarela tremendamente atractivos con el fin de impresionar al otro. Es decir, cuando se habla de relaciones a través de Internet mucha gente acude a una representación mental del engaño, del feo que se hace pasar por guapo, del viejo que se hace pasar por joven, del hombre que se hace pasar por mujer, del hombre heterosexual que se hace pasar por mujer lesbiana y un infinito etcétera. Internet es igual a mentira. Es un clásico popular.
A pesar de que han pasado muchos años desde que la red entrara en nuestras vidas y de que la etapa «chat», entendida como dos completos desconocidos que hablan durante horas sin conocer el aspecto físico de su respectivo interlocutor, se ha superado con creces gracias a los perfiles, los foros y los espacios personales, es muy frecuente todavía que exista un prejuicio por parte de muchas personas hacia el hecho de conocer gente a través de la red.
Pongamos por caso que conoces a Fulanito a través de Internet un día como otro cualquiera y descubres que te encanta. Te encanta tanto que crees que lo vuestro puede tener algún tipo de futuro, así que decides contárselo a tus amigos. Es muy natural, querida lector, que albergues cierto temor a que tu amigo te juzgue o no te tome en serio, sobre todo si se trata de uno de esos detractores del mundo virtual que pululan por ahí y que se dedican a hacer campaña contra todo lo que tenga que ver con relacionarse a través de Internet. A estos tipos es muy fácil reconocerlos; son los que no dudarán ni medio segundo en ponerte a caer de un burro cuando les digas que pretendes implicarte con alguien que has conocido en la red y los que afirmarán, como si se tratara de una verdad universal e incuestionable, que las relaciones virtuales no tienen ningún tipo de futuro, que es imposible que conozcas a nadie normal o decente a través de la red y, por supuesto, y ésta es la que más me encanta, que por Internet todo el mundo miente y todo el mundo va a lo que va: a meterla en caliente. Estos tipos te lo sueltan así, de sopetón, porque es un discurso que se han aprendido muy bien a base de repetición, pero en absoluto está basado en sus experiencias. Es decir, que ellos opinan sobre algo que no conocen. Es otro clásico popular.
Atrapados en la red
A mí me cansa, y me cansa mucho, la gente que mantiene este discurso, porque afirmar todo eso con rotundidad me parece hipócrita en muchos sentidos. Decir que en Internet pasa todo eso es tanto como decir que en el mundo real no ocurre.
Es verdad, tía, en el mundo real la gente no está como una cabra, ni tiene problemas mentales ni nada, ni está dispuesta a utilizarte y manipularte para conseguir lo que quiere (que suele ser ponerte a cuatro patas; fíjate, qué casualidad). En el mundo real, en el mundo «te lo juro», en el de verdad, la gente no hace lo posible y lo imposible para meterse en tus bragas y follar contigo compulsivamente fingiendo que le importan tus sentimientos, cuando en realidad en el área cerebral donde se desarrolla la empatía tienen un mono de juguete tocando los platillos. Vamos, que todos sabemos que en el mundo real la gente únicamente busca amor, mientras que la red está llena de salidos que se tocan con los ojos vueltos mientras chatean. Por supuesto, las relaciones reales tienen taco de futuro, no como las que se hacen por Internet; por eso mis amigos y yo mismo bailamos una Conga cada vez que un ligue, al que hemos podido conocer en un bar, en una biblioteca o en la charcutería (nada de ordenadores) nos dura más allá de una semana sin manifestar que está seriamente perturbado y que sus problemas mentales requieren de un nuevo paradigma psiquiátrico. En la calle, todos los días, hay gente superdecente. Vamos, que es hipersencillo toparte con un hombre en condiciones, que tú vas a comprar un kilo de peras y de repente, en la frutería, conoces a un tipo genial y la mar de íntegro que te enamorará perdidamente. Y, por descontado, en el mundo real la gente no miente para nada, en absoluto, ni te cuenta bolas, ni te vende motos, ni te oculta cosas… nada de nada. La gente en el mundo real no dice mentiras. Qué va, esas cosas sólo pasan en Internet. Claro que sí, mujé.
Atrapados en la red
Le pese a quien le pese, la cruda realidad es que el medio Internet ya forma parte de nuestras vidas y de nuestros modos de relacionarnos. Es una manera más de comunicarnos, una opción más. Este discurso de marras no es más que la manifestación de un prejuicio, de un estereotipo que se creó cuando el nuevo medio saltó a la palestra y generó sus correspondientes dudas e inseguridades en la sociedad (mari, ¿qué es eso? ¿Hablar con alguien a quién no le ves la cara? ¿Exponerte a que te enseñe una foto de su primo de Valencia y en realidad sea feo hasta decir basta o incómodo de ver? ¡Qué horror! ¡Internet malo, feo, caca!). Esta campaña de desprestigio no esconde más que un simple miedo a lo desconocido, como ocurre con la discriminación (homofobia, machismo, racismo…) y es que, al parecer, estos individuos se sienten un poco amenazados por la red, puesto que, como todo nuevo medio, requiere del aprendizaje y del desarrollo de nuevas habilidades de comunicación, relación e interpretación de los mensajes. Todo lo nuevo y todo lo que implique cambios genera miedo y rechazo. Y ya van tres clásicos populares.
Está claro, y esto lo digo para poner el parche antes de que se haga el agujero, que las relaciones por Internet no van a sustituir a las relaciones cara a cara, que el mundo virtual no va a reemplazar al mundo real, del mismo modo que no sólo hablamos con la gente que incorporamos a nuestra vida a través del teléfono o a través de cartas. No creo que nadie lo haya pretendido siquiera nunca. Internet es algo complementario a las relaciones “reales” y desde luego una manera muy útil de conocer gente, profundizar en nuestras relaciones personales (sean de pareja o amistosas), superar distancias y llegar a más. Se puede conocer a un gran amigo por Internet. Se puede conocer al que será tu futuro marido por Internet. Se puede mantener una relación amistosa o amorosa de calidad. Es una opción más que no tendría por qué ser rechazada de antemano por quienes piensan que esto es un nido de víboras en el cual únicamente habitamos lunáticos, mentirosos, tarados, salidos, pervertidos y perturbados.
Que los hay, por supuesto que sí. Pero, nos guste más o nos guste menos, la realidad es que todo lo que hay en la red no es más que un fiel reflejo de nuestra sociedad. Al fin y al cabo, somos las mismas personas las que hacemos ambos mundos: el real y el virtual.
Hola a todos… ya llevo un rato entrando a este blog ,pero no es hasta ahora que escribo algo . Con respecto al tema , si estoy deacuerdo en que cada día que pasa quizás el internet se vaya haciendo parte de nuestras vidas , sólo si asi lo queremos. Obviamente ,muchas veces pensamos que es el único medio que tenemos para conocer personas con la misma orientación sexual o ¿será que no nos damos cuenta que no necesitamos de ese medio para sentirnos acompañados? . Sentirse querido por alguien , quizás amado , sentir que alguien se preocupa por ti , solo sentir que alguien suspira por ti o que simplemente se preocupa por ti y te entiende, quizás sea esa necesidad la que nos lleva a ingresar en el mundo del internet , tratando de buscar una forma, una solución a esa soledad. Al chatear, muchas veces sin mostrar nuestros rostros , sólo con el hecho de expresar lo que sentimos con palabras, con eso basta para poder vaciar un poco ese vaso que estaba al borde de derramarse. Pero lo más triste queridos amigos, es que ese vaso asi mismo como lo vaciamos, vuelve a llenarse y lamentablemnte esto hace que ese ciclo se repita una y otra y otra vez más. Ese ciclo no solo se repite en el sentido de desahogarnos un poco y sentirnos un poco menos solos que antes , se repite en las personas que conocemos , las experiencias por medio del internet se van pareciendo cada vez más , cerrando un ciclo cada vez que dejamos de estar con aquella persona que conocimos via on line . Provocando nuevamente esa senciación de soledad que nos impulsa nuevamente a conocer a alguien más, con la esperanza de conocer algun día a esa persona que nos llene por completo , aquella persona por la cual valga la pena luchar y conservar como una amistad o quizas como algo mas profundo . En resumen , el problema no es que el chat sea bueno o malo , el punto está en saber reconocer que es lo bueno y malo en todo esto , saber a quien podemos concoer y a quien no , discernir que existen otras formas de poder vaciar ese vaso que se llena una y otra vez por más q lo vaciemos, no es el sexo ni el chat , existen otras formas y esas formas son todas aquellas cosas que nos gusta hacer quizas cantar, escribir , ir al cine , llamar a alguien . Yo sé muy bien que salir de ese circulo vicioso no es facil , yo aun no lo he hecho , pero si anhelo poder romper con él y de esta forma poder encontrarm conmigo mismo y q de esa forma pueda vaciar ese vaso las veces que yo quiera de la forma que yo decida y no atado a internet como unica puerta de escape. No estoy diciendo que el internet es malo o es un mal medio , lo que estoy planteando es q hay otras formas de liberarnos y no necesariamente es el chat . Parece muy facil decirlo , poder hacerlo es lo dificil , solo lo podremos lograr si nos lo proponemos … Saludos a todos…
ANGEL
P.d. Doc quizás mi forma de escribir sea algo «peculiar» o quizas «familiar»… saludos …
BUENO, esas son las desventajas de buscar pareja por internet. En nuestro caso, ¿algún otro medio que no sean bares ni discotecas? Es que no se dan soluciones, sólo inconvenientes.