Hace unos días se realizó la reunión de fin de año que Alex Cantón (link a su blog en la columna derecha) y un grupo de sus ex-pacientes hacen cada año. Este año fui invitado a asistir y, al llegar, me dijo el anfitrión «llegó el plato principal!». No estuve seguro de qué contestar pero escuché a una de mis vocesitas internas diciendo «weapons check!».

En la reunión me tocó conocer a miembros de lo que yo llamo el «otro lado de la comunidad»: el lado que no se visibiliza demasiado sino que vive su vida dándole a su orientación sexual la importancia necesaria, pero no más que eso. Un grupo de hombres homosexuales con años de terapia encima y con trabajos comunes y vidas regulares, gente que ha alcanzado el preciado sentido de «normalidad» del que carece el hombre gay visible, el gay estereotipo y, muchas veces, el activista.

Sentado en esa mesa, observando anillos plateados en el dedo de varios y viendo cómo cada uno expresaba su personalidad específica, encontré personas que han tenido su parte de sufrimiento, pero que la han usado bien para convertirse en gente productiva y con rasgos de carácter a prueba de balas. Fue muy interesante escucharlos hablar y ponerse en «modo de apoyo» cuando alguno de ellos manifestaba una duda sobre algún tema importante. La respuesta del grupo me dejó ver como su trabajo interno ha rendido frutos importantes durante todos estos años. Deben estar orgullosos y Alex Cantón, su ex terapeuta, está muy satisfecho con los resultados.

Este es el hombre invisible, el que ves por la calle y no te enteras de su orientación a menos que él te la haga saber de alguna forma, no porque la mantenga oculta, sino porque no es lo único importante en su vida. El que no hace manifestaciones en las calles portando la bandera de la libertad, sino que hace la lucha dentro de su propia arena de combate, ganando territorio personal y educando a otros a través de ser un poco más auténtico cada día en lugar de «darles una lección» de manera intrusiva. Suena contradictorio pero, uno pude ver tantas cosas observando a los hombres invisibles.