«Mira al maricón» – escuché decir a uno de los cuatro hombres sentados a la mesa mientras nos dirigíamos a la nuestra. Pensé que me había equivocado hasta que mi mejor mitad, quien caminaba frente a mí, se dio la vuelta y tenía en su rostro esa expresión de «¿escuchaste eso?».
Llegamos a nuestra mesa y empezamos a hablar. Aunque comentamos sobre otras cosas, la expresión de nuestros vecinos de mesa en el restaurante seguía siendo el hilo conductor de nuestra conversación.
Con el paso de los minutos, los cuatro varones heterosexuales que se hallaban en aquella mesa muy cercana a la nuestra habían hecho varios comentarios agresivos hacia los homosexuales. Era difícil no escuchar.
Mi compañero y yo hablamos sobre el tema y aquello nos hizo conversar sobre cómo somos percibidos por los demás o, al menos, cómo nos imaginamos que nos perciben los demás. Debido a lo ofensivo que es que le griten a uno «maricón» en la calle, nos preguntamos si así somos percibidos. Esa noche descubrí algo sobre mí y es que, aunque quiero pensar que no me comporto muy diferente a los demás varones que van por la calle, sí me sorprende cuando alguien no considera que puedo ser homosexual. Después de todo, estoy muy cómodo con mi naturaleza diversa, tanto que vivo mi vida sin tratar de probar lo que soy o lo que no soy.
«Oye, uno trabaja hacia algo y cuando recibe los frutos de lo que sembró no puede quejarse. Es decir, si uno ha asumido comportamientos o una apariencia o un grupo de amigos que está muy cercano al estereotipo, pues no debe uno quejarse cuando la gente en la calle piensa que uno es gay» – Dije, aunque con más palabras. La respuesta que recibí fue muy interesante.
«He trabajado para ser un hombre gay… no un maricón. Decir Maricón es muy agresivo y no es lo mismo ser gay que ser un maricón.» – Contestó él.
Pensé que es cierto, ser gay no es igual a ser un maricón. Al menos la connotación es distinta y me pregunto cuál es la diferencia entre uno y el otro para los lectores. ¿Cuál es su opinión respecto a esto? Creo que es un buen ejercicio pensar sobre esto, dado que, de alguna manera, nos define como individuos, como hombres gay y como comunidad.
Saludos,