Charla Pilar Sordo para Padres y Apoderados on Vimeo.mp4 – YouTube
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La Importancia del Cuerpo
Eran las 10:00pm cuando salía del gimnasio ese martes, la rutina del día incluía biceps y abdominales precedidos por algo de cardio. Mi nuevo entrenador (el cual no me convence y a quien creo despediré) ha estado trabajando en mi y mi compañero durante el último mes. Lo cierto es que no veo cambios y he considerado regresar a mi entrenador anterior.
Mi frustración con la falta de avance en cuando a mi condición física y – seamos honestos – mi apariencia me ha llevado a sentirme estancado, como si hubiese perdido un mes de mi vida, además de unos cuantos dólares extra. Así que me puse a pensar ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Qué hace que esté entrenando todos los días de la semana?
Luego de dedicarle algo de tiempo, me di cuenta que anteriormente disfrutaba ir al gimnasio y entrenar, y me sentía mucho más motivado a hacerlo dados los logros que iba consiguiendo. Sin embargo, ahora que no consigo nada, advertí que había otra razón detrás de mi entrenamiento: Quiero ser atractivo para mi pareja. Ahí está, lo dije, aunque suene muy superficial, lo cierto es que si uno no es atractivo psíquica y físicamente para su pareja, siempre habrá chance de que pierda el interés. Así que mi pareja y yo nos sentamos a conversar al respecto.
En esa conversación admitimos que ambos lo hacíamos por el otro en alguna medida y que hay ciertos “estándares que llenar” y expectativas que cada uno tiene del otro.
Hoy día he estado leyendo algo sobre este tema de la apariencia en la comunidad homosexual que, al fin y al cabo, es el tema que nos trae a todos hasta este blog. Tal vez el gimnasio es la nueva iglesia, donde en lugar de ir a comparar ropa, vamos a comparar cuerpos. Tal vez también es la nueva discoteca, donde en vez de ir a tomarte unos tragos y lucirte para atraer a potenciales parejas vas a levantar peso y… bueno… lucirte para atraer a potenciales parejas. Es interesante el paralelo y tal vez eso explica a las mujeres que entrenan con maquillaje.
De cualquier forma el asunto de la importancia del cuerpo en la comunidad homosexual es preocupante, porque hoy día pareciera que existe tanta presión sobre el hombre gay para tener un cuerpo de gimnasio que no puede conseguirse sin esteroides o alteraciones que ponen en riesgo su salud, que no hay forma de sacarse eso de la cabeza. ¿Alguien ha visto esa serie Spartacus? Admito que es de mis favoritas, pero es importante verla con sentido crítico. La gente ahí es ridícula e irrealmente hermosa. Tanto que quienes tenemos esa vena de entrenar acabamos sucumbiendo a la presión y diciendo para nosotros que queremos ser como ellos.
Pero, por dónde llega esta presión? ¿Proviene solo de los medios? ¿Por qué no afecta tanto a hombres heterosexuales? ¿Dónde está asentada su identidad? Ah! cierto… en el fútbol y la cantidad de cerveza que puedan tomar. Ok, lo admito, ese último comentario fue bastante prejuicioso, pero saben de lo que hablo.
Supongo que estamos frente a una decisión y que tal vez estaremos frente a ella una y otra vez. Ser como somos en realidad y tratar de ser lo mejor que podamos ser por (y para) nosotros mismos y aquellos a quienes amamos, o abandonarnos a la presión de la comunidad que nos exige cuerpos de revista y asegura que no valdremos para el otro si no los conseguimos.
Bueno, mejor dejo de escribir, si no termino mi trabajo pronto llegaré tarde al gym y tengo un entrenador que despedir. Hasta luego.
Ser Uno Mismo
Temas peligrosos: Religión
Pedir Disculpas
Una de las cosas más difíciles de hacer en una relación es pedir disculpas. Con el tiempo he advertido que esta dificultad se encuentra en la raíz de muchas rupturas de pareja que habrían podido salvarse con un sencillo y honesto «lo siento, no quise lastimarte».
Ahora bien, pedir disculpas no es fácil por varias razones, lo cierto es que es un proceso complejo y en cada etapa se puede uno enredar y acabar creando un problema mayor. Así que tratemos de partir el proceso en pedazos y revisarlo paso a paso. Una de las cosas que más he visto en consulta y en la vida social es que la gente hoy día no sabe cómo se pide una disculpa ni para qué sirve. En buen panameño diríamos que la gente no sabe «con qué se come eso».
Revisemos primero el proceso normal y luego los errores de cada etapa.
1- PIENSE – Reconozca (en su mente) que lastimó a otra persona: no importa si siente que tuvo razones válidas para hacer lo que hizo, no importa si no se dio cuenta del impacto que tendría lo que hizo y NO IMPORTA SI NO FUE SU INTENCIÓN LASTIMAR. Lo único que importa es que lastimó y debe reconocerlo (en su mente).
2 – SIENTA – Pregúntese a sí mismo «¿Me importa el dolor que le causé a esa persona?»: si el dolor ajeno le importa lo normal es que sienta algo de culpa y para quitarse esa culpa es que uno se «dis-culpa» eventualmente. También es posible que sienta algo de vergüenza, pero no es siempre así. Si NO le importa el dolor ajeno pueden estar pasando varias cosas:
- Tal vez usted está temporalmente inhabilitado para empatizar, porque también se siente muy ofendido por algo que la otra persona le ha hecho, porque algo le ha despertado aquel orgullo infantil del cual TODOS somos presa de vez en cuando o porque está muy molesto.
- Tal vez usted experimenta una dificultad constante para empatizar, lo cual nos indica que tiene algunos rasgos sociopáticos o narcisistas importantes. Si es así, posiblemente se esté riendo de este punto, descartándolo de alguna forma o no comprenda bien de qué se trata todo el tema de las disculpas (vaya a terapia, se está perdiendo más de la mitad de la vida… por cierto, lo siento por lo mal que lo trataron en su infancia, no todos somos tan malos.).
3 – ACTÚE – Reconozca (verbalmente) que lastimó a la otra persona: la forma correcta incluye decir específicamente por qué nos estamos disculpando, es decir, qué fue lo que sabemos que hicimos mal. Eso le deja a la otra persona saber lo que PENSAMOS y lo que SENTIMOS en los dos pasos previos. Algunos ejemplos a continuación.
- «Lo siento por haberte gritado, no fue mi intención lastimarte y me siento culpable por haberlo hecho.»
- «Discúlpame por no haber estado, sé que era importante para ti y ahora que lo sé me siento mal por lo que hice, no me di cuenta. Estaré más pendiente de esto en el futuro.»
- «Lamento haberlo hecho, debe haber sido muy duro para ti, estoy intentando no cometer el mismo error.»
Pedir disculpas es como patinar en línea, las primeras veces que se hace cuesta mucho trabajo pero luego es algo que, aunque no se hace todos los días, uno ya está listo para hacer cuando sea necesario. De paso puede convertir un momento difícil en uno que fortalece el vínculo entre las partes.
Por otro lado, cuando uno se disculpa es importante que la otra parte también reconozca lo que hizo mal en la situación porque usualmente ambas partes tienen algo de responsabilidad que no deben evadir si quieren que el vínculo se mantenga. No hay nada peor que pedir disculpas y tomar la parte de responsabilidad que nos corresponde y ver cómo la otra persona se hace la desentendida, no reconoce su parte y pone esa expresión de superioridad.
En resumidas cuentas, para bailar tango se necesitan dos y ambos deben reconocer lo que hicieron mal, no importa quién inicie el proceso de disculpa, el otro debe seguirlo y prestar la misma cortesía y humildad que quien lo inicia.
Aprender a disculparse y hacerlo bien nos catapulta a la adultez siempre que sean disculpas honestas.
Un abrazo a todos.
My Clinical Comments on Black Swan (Spoilers)
I’ve seen this movie twice and a facebook friend and I were having a conversation about it. I just wanted to put together all my comments because I noticed I ended up writing a somewhat full clinical analysis of the movie. I’ll begin by saying that psychologically speaking, the movie is exquisitely well made. Everything fits.
First of all when it comes to a diagnosis it can be complicated but Nina Sayers had some significant Obsessive – Compulsive traits in her personality which is why she always wanted to be perfect, so much that she couldn’t «let herself go» and become the black swan on stage. Also, as the movie progresses and the pressure of becoming the black swan gets stronger, the black swan personality traits (which she’s had all along inside of her but she never uses) are forced out as a secondary identity. She dissociates those traits and manifests them as a secondary identity because, due to her OCD personality those traits cannot coexist with the innocent and «perfect» girl she’s been taught she should be.
The secondary identity manifestation makes me think she was abused or neglected as an infant (probably during the first 12 months of her life, remember her mother blamed her for having to leave her own career as a dancer at 28), that’s when people form a tendency to develop different dissociative disorders and split their personality under periods of serious stress.
Clinical Diagnosis:
- Dissociative Identity Disorder. (DID)
- Non-Specified Eating Disorder.
Personality Diagnosis:
- Obsessive Compulsive Personality Disorder. (OCPD)
The eating disorder is shown not only when she pukes but when she becomes so stressed about the cake (which her mother tries to force on her, maybe to sabotage her due to envy) and the egg and the grapefruit she ate for breakfast. Yes, the symptom is stress related but that’s how eating disorders work, they’re stress related. Those patients live in stress all the time, usually related to being perfect and not being able to control anything in their lives but their bodies. The symptom becomes a cycle and it gets worse every time something in the environment triggers it, for example, Nina threw up every time she was not being «chosen» by the ballet director who, instead, was paying attention to another dancer.
Now, DID plus OCD is a terminal combo in a way, especially under the right (wrong?) circumstances. But the DID is the most dangerous one, when a person develops different identities that switch like that it’s usually because they cannot accept/integrate all their personality traits and keep them whole in a fully functional package (like most people do) so some of the traits «come to life» under certain circumstances. If the
different identities find it in their nature to be one against the other they end up competing for dominance and might try to eliminate each other. But attacking the other identity is, in the end, attacking themselves (because they share the same body). Suicide and self harm rates are high among these people. At least it looks like suicide when it is, in a way… murder.
La causa del año
Es diciembre otra vez y eso significa, de una forma u otra, que el ciclo del 2010 se termina y es hora de echar una mirada hacia atrás y ver los eventos que hemos vivido este año. Aunque probablemente haga una entrada de año nuevo dentro de unos días, quería dejarlos con un vídeo que encontré y que nos recuerda una de las causa más significativas de este año.
Vivir en la sombra
Luego de un momento tenso que me hizo cuestionarme algunas cosas sobre la postura de espera que tengo muchas veces en la vida he decidido utilizar el resto de la tarde para hacer algo que siempre disfruto hacer: escribir. Que dios (la minúscula es intencional) bendiga al inventor de las computadoras portátiles y qué suerte que llevaba la mía cuando esta urgencia de escribir ha tomado forma. Así que estacioné mi auto en uno de esos lugares donde venden bebidas cafeinadas con nombres que no me he tomado el tiempo de aprender, ofrecen internet inalámbrico y el ambiente huele a rollos de canela. Aquí, en medio de un suburbio creado lejos de la ciudad, decidí pasar un par de horas para expresar mi sentir actual.
Bajé del auto, tomé mi computador y entré (nota: mi humor no es el mejor, me invade la tristeza y eso usualmente hace que esté muy vulnerable a los ataques ajenos). Solo cruzar la puerta y escuché al gerente del lugar terminar una broma con el chico de la caja y la joven que prepara el café.
- ¡Eso es una gayzada! – dijo el gerente y los tres rieron a carcajadas. No había clientes en el lugar.
- ¡Fantástico! – pensé – buena bienvenida, esto no es lo que necesito en este momento.
A veces no me reconozco a mí mismo. En otro momento de mi vida habría analizado el comportamiento del gerente y los dependientes y habría dicho algo sarcástico como “ya bájense de la rama”. Hoy día he tomado esa agresión en silencio y he dejado que contribuya a mi falta de esperanza. Pero ¿Por qué? ¿Qué ha cambiado conmigo?
Estoy cansado. Cansado de ser un ciudadano de segunda clase o, al menos, de ser tratado como uno. Desde la entrada anterior el tema de cuántas expresiones de afecto son demasiadas está rondando mi cabeza y, para ser honesto, me entristece mucho pensar que cuando estás enamorado no deseas tener límites en tus expresiones, nunca te parece haber dado demasiado y, al mismo tiempo, nunca te parece haber recibido suficiente. Así que, aparte de las reglas básicas de convivencia y de mantener la privacidad de la vida en pareja para momentos más íntimos, me permito responder la pregunta que lancé en la entrada anterior.
- “¿Cuánto es demasiado?”, “How much is too much?”
Pues creo que hay circunstancias en la vida en que demasiado nunca será suficiente. No sé si les ha sucedido pero, gente, a veces uno tiene esa sensación de que “too much is never enough”. Sucede con las adicciones y sucede con el amor, ese maravilloso estado afectivo al que todo ser humano aspira llegar (incluso si no lo sabe) y que, cuando lo consigue, teme expresarlo por vergüenza. Las contradicciones humanas son siempre comida para el pensamiento.
Hace varios años mi proceso personal llegó a ese punto en que uno decide que se quiere a sí mismo como es y que no va a vivir enmascarado nunca más solo para mantener el supuesto amor de otras personas (en el trabajo, en la familia, en la escuela, en la pareja, da igual). En ese momento me prometí a mí mismo que nunca más me pondría una máscara. Nunca más.
Pero, hace meses que lucho conmigo mismo. Lucho para resistirme a contestar los ataques del medio. Lucho para seguir siendo honesto conmigo y con los demás, para ser expresivo y más auténtico cada vez. Y lucho para esperar, desde mi punto del proceso, a que el proceso de los demás me alcance. Pero esperar es tan agotador y produce tanta incertidumbre.
Y sí, digo lo siguiente sin la menor gota de modestia: no soy perfecto, nunca lo seré, pero sí soy veloz, siempre lo fui, soy responsable y comprometido, y busco la verdad y la salud y no perdí demasiado tiempo teniendo una vida doble. Yo fui honesto desde muy temprano en mi proceso. De alguna forma siempre supe que sería lo más sano. Yo corrí a través de la vida y por el bosque oscuro de mi inconsciente hasta llegar al punto en que estoy hoy. Yo me construí a mí mismo y mandé a la mierda a quien me dio a entender que me quería siempre y cuando no fuera gay, escupí la cara de quien citó una religión antigua para justificar tratarme como ciudadano de segunda clase y me enfrenté al endeble concepto de dios que tiene la mayoría de la gente. Tuve discusiones muy elevadas con quien se atreviera a devaluarme solo porque soy distinto. Nadie pudo contra mis argumentos (porque son ciertos) y con tiempo y trabajo me hice un hombre y un nombre y estoy orgulloso de quien soy. Lo que piensen los demás no me importa demasiado, tuve que dejar ir a mucha gente (familiares, amigos y amores) porque me resistí a ser aceptado solo de manera parcial o a vivir en la sombra para guardar las apariencias. Soy veloz, siempre fui impresionante para todos mis mentores, peligroso para mis competidores e incomprendido por quien no ve más allá de sus narices. Y lloré durante todo el proceso, porque no es sencillo ni placentero, sobre todo cuando lo haces solo, pero sobreviví y me quiero más a mí mismo que cualquiera que tenga una vida doble o que acepte los abusos de los demás solo porque vienen disfrazados de cariño.
Es como lo que canta la bruja verde en aquel musical que nadie comprende por qué me gusta tanto:
- “Too long I’ve been afraid of losing love I guess I’ve lost. Well, if that’s love, it comes at much too high a cost.” (Por demasiado tiempo he temido perder un amor que tal vez ya he perdido. Pues, si es amor, el precio es demasiado alto).
Todos los seres humanos (los que ya nos bajamos de la rama) luchamos en el duro camino hacia la mayor autenticidad, para encontrar la verdad, nuestra verdad, nuestra salud. Porque hasta las religiones organizadas (de las cuales saben que no soy muy fanático) reconocen que la verdad nos hace libres y, en este contexto, libertad es solo otro término para autenticidad y salud.
Hoy día siento que hay momentos en que me veo forzado a enmascararme, a vivir en la sombra, sobre todo porque resistirme a hacerlo podría poner en peligro un nuevo vínculo importante. ¿Estoy haciendo lo mismo que hacen otros? ¿Estoy traicionándome a mí mismo?
He sido rechazado y tratado como ciudadano de segunda clase, como menos importantes que mis equivalentes. Pues es el momento de despertar una vez más. Este es el momento en que mi tristeza se cubre de rabia, el momento en que esa vocesita dice en mi cabeza “Al diablo con todos, no podemos darle tanto control a un puñado de ignorantes solo porque ellos creen que están en lo correcto. Es hora de mostrarles su propia ignorancia sin importar si están listos para verla o no. Es hora de sobrecargar sus mentes y que experimenten el dolor de ver la realidad igual que nosotros experimentamos el dolor de vivir en la sombra». Somos demasiados como para dejarnos amedrentar de esa forma. Es hora de responder y de hacerlo de manera inteligente, sin armas, sin revueltas. Una verdadera revolución sin manos que empiece en cada hogar, en cada mente, en cada acción. Porque, después de todo, no todos tenemos el estómago para vivir en una burbuja.
«I hope you’re proud how you would grovel in submission to feed your own ambition»