Hola gente, me han invitado a participar en los foros de FarraUrbana.com y acabo de postear mi primera colaboración. Un forista apodado «Copérnico» de farraurbana ha iniciado un intercambio muy interesante sobre el hecho de que las personas homosexuales no se reproducen, al menos no sin considerables dificultades, y se planteaba si (elegir) ser homosexual no es una especie de «suicidio genético» por no perpetuar los genes trayendo hijos al mundo. La discusión está muy buena y como dejé mi aporte allá, lo pongo aquí por si alguien quiere comentar.

«Hey Coop, me parece que este tema que has traído es en sobremanera interesante, pero debo decir que el deseo de paternidad no acompaña a todos los hombres en general, ni a todos los hombres gays en particular, así que no todos verán las dificultades (dificultad, porque no es imposible) para reproducirse como un problema.

Por otro lado, es importante que tomemos en cuenta que si bien el paso de la información genética de una generación a la otra puede satisfacer tal vez alguna necesidad primitiva que muchos seres humanos sienten en algún momento de sus vidas, los genes no son todo lo que somos, de hecho me atrevería a decir que ni siquiera son la mayoría de lo que somos. No podemos restarle importancia a la «herencia genética», pero la «vivencia relacional» humana tiene un peso que no encuentra comparación en ninguna otra especie animal. Para ellos su cargar genética es realmente crucial, pero nosotros podemos ser criminales y cuando nos reproducimos resulta que tenemos hijos que interactúan con sus experiencias de vida de manera tal que acaban siendo santos… o al revés.

Entonces, el peso de cómo nos relacionamos con los demás y cómo percibimos que ellos se relacionan con nosotros es nuestro verdadero legado para las generaciones futuras y no solo para nuestros hijos (si los tenemos) sino que se observa en todas nuestras relaciones, con nuestros hermanos, padres, amigos, parejas. Como tratamos a los demás y como nos tratamos a nosotros mismos posee una especie de «efecto de expansión» que se va agrandando sin que lo hagamos consciente. Digamos que es parte de esas características que evolucionamos a partir de nuestra biología y ahora ha superado a la biología misma en cuanto a su importancia en nuestra personalidad y nuestra «huella en el mundo».

Hace unos días yo hablaba con unos amigos (además de lo que se ve en el consultorio a diario) sobre lo difícil que es ser papás en esta época. Hay tantas exigencias, los que tienen hijos no tienen tiempo para verlos y criarlos realmente debido a sus trabajos y, aunque les pudieron dejar una herencia genética excelente, sin la relación los niños desarrollan toda clase de síntomas psicológicos muy serios Coop y, esos síntomas, también tienen ese «efecto de expansión» y no es muy positivo.

Además, piénsalo: algunas personas pueden criar hijos y hacer su mejor esfuerzo para hacerlo bien y colaborar trayendo mejores personas a este mundo desbaratado mientras otros (sin hijos) pueden incluso tener una oportunidad de aportar algo al mundo a gran escala. Sé que no es un consuelo y no es mi intención que suene así, pero es una forma de verlo. Nadie elige ser gay o lesbiana o bisexual o cualquier otra denominación, al menos no conscientemente, así que esto no es un suicidio biológico, es sencillamente algo que sucedió y que puedes sortear si deseas porque, después de todo… todavía puedes tener hijos si así lo quieres. Después que no lastimes a nadie (incluido tú mismo y tu hijo o hija) todo está permitido.

Saludos muchachos,»

Bueno, ahí fue ese comentario que es meramente una opinión mía, cada persona (homosexual o heterosexual) que desee tener hijos debe plantearse ciertas cosas antes de hacerlo y desarrollar su propia forma de ver estos temas.