Hoy es nada menos que un día histórico. Esta mañana la Corte Suprema de los Estados Unidos legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en toda la nación. El 26 de junio será desde este año una fecha de celebración para la comunidad LGBT a lo largo de todo el país del norte y, como ondas que se forman en el agua tranquila cuando se lanza una piedra, se espera que haya repercusiones en todo el mundo. De la misma forma en que celebramos los incidentes del Stonewall Inn en Nueva York y los mismos se consideran el origen de las marchas del Orgullo Gay en el mundo entero, el establecimiento del matrimonio igualitario a nivel nacional en los Estados Unidos es ya, a pocas horas de haberse sucedido, un hito en la historia de nuestra comunidad y se perfila como el inicio de una nueva etapa hacia la conquista de mayor igualdad de derechos para hombres y mujeres homosexuales y bisexuales en el mundo.
Hace alrededor de una semana Costa Rica, nuestro vecino cercano, y México, nuestro hermano mayor latino aprobaron también el matrimonio igualitario, sumándose así a la lista de naciones que reducen la discriminación en términos legislativos.
Las repercusiones que habrá en el resto del planeta no pueden preverse todavía, sin embargo me pregunto qué pasará cuando más y más parejas homosexuales estadounidenses o ticas o mexicanas legalmente casadas en sus países de origen empiecen a llegar a países como Panamá. El conocido y desagradable incidente del arribo a Panamá desde Londres de Javier Stanziola (cuatro veces ganador del Premio Miró) su esposo y su hijo, a quienes no quisieron reconocer como una familia, no podrá darse más, al menos eventualmente. ¿Cómo reaccionará el gobierno panameño, tan influenciado por el catolicismo mal llevado, ante estos cambios que no pueden considerarse solamente como de otras latitudes sino que llegarán a nosotros más temprano que tarde? ¿Qué pasará ahora?
El mundo está cambiando, Caitlyn Jenner y Aydian Dowling han contribuido a poner sobre la mesa la discusión sobre el reconocimiento de la comunidad transgénero, la cual se está visibilizando cada día más y parece ser la nueva frontera en términos de derechos. Su lucha ha sido precedida por la lucha de la comunidad homosexual y ésta por la lucha de los derechos de la mujer. El mundo está cambiando y es un gran privilegio ser testigos de como se dan estos eventos. Somos espectadores o, mejor, actores… si se presenta el caso.
Un abrazo de felicitaciones a mis hermanos(as) LGBT en los Estados Unidos y a todos los países donde se ha dado la espalda a la discriminación. Que todos tengamos un excelente fin de semana del Orgullo Gay y ¡A celebrar!