Hoy es el día del espíritu. Para quienes no sepan de qué se trata, este día se utiliza desde hace años para conscientizar a la población sobre los daños que provoca el bullying a nuestros adolescentes, en especial el bullying por tener una sexualidad diferente a la de la mayoría. La costumbre de utilizar un día para esto inició luego de que se reportaran varias muertes por suicidio de chicos sexualmente diversos que habían sufrido de acoso escolar en los Estados Unidos.
Como parte de la campaña de prevención, cada año en el día del espíritu (spirit day) las personas y organizaciones que apoyan a la comunidad sexualmente diversa visten sus redes sociales de color morado y cada individuo lleva prendas de vestir de dicho color en su jornada laboral, escolar, etc.
Es importante recordar en un día como este que nuestros jóvenes LGBT están en mayor riesgo de presentar ideas suicidas y de hacer intentos de suicidio que sus contrapartes heterosexuales y que esto se da, en gran parte, por el rechazo social y las agresiones constantes que muchos reciben en sus hogares, colegios, comunidades, iglesias y demás.esiones constantes que muchos reciben en sus hogares, colegios, comunidades, iglesias y demás.
Este año el día del espíritu se da en medio de conversaciones sobre la naturaleza de las personas trans, quienes han saltado al ojo público en las últimas semanas debido a la participación de un par de chicas trans en un evento de cultura popular: el concurso Miss Universo. Dicho concurso, que tiene menos relevancia en cada entrega en medio del tsunami de contenido mediático y de cambios culturales que vivimos, puede ser visto como un problema en sí mismo pero ha logrado captar la atención este año y traer a la mesa, para bien o para mal, una conversación impotante sobre diversidad sexual, discriminación, rechazo social y suicidio.
Es cierto, tal vez en las redes sociales no se habla específicamente de suicidios cuando la gente aborda el tema del Miss Universo, pero la cantidad de memes, comentarios burlones, chistes malintencionados y ataques personales que vemos referentes al tema no me permite más que pensar en el acoso escolar que nuestros chicos LGBT han enfrentado a lo interno de sus comunidades durante generaciones y que hoy día se da en las redes sociales con lo que conocemos como Cyberbullying.
¿Qué nos está pasando? ¿Por qué hacemos comentarios malintencionados sobre la sexualidad de la representante española y su identidad de género? ¿Son todos estos comentarios muestras de la llamada “transfobia”? ¿Qué repercuciones puede tener, no solo en ella como blanco de dichos ataques, sino en todas las personas trans que observan estas agresiones desde las pantallas de sus celulares? ¿Por qué hay personas gay, lesbianas y bisexuales que también esparcen estas agresiones? ¿No somos todos parte de la misma comunidad?
La realidad es que la identidad de género es el elemento de la sexualidad menos entendido para todas las personas, lo es para las pesonas heterosexuales (la mayoría de la población), lo es para las personas trans (cuya identidad de género es distinta a la esperada dada su anatomía), lo es para las personas intersexuales (cuya anatomía genital puede ser indiferenciada en alguna medida) y para las personas lesbianas, gay y bisexuales (quienes suelen presentar una identidad de género y anatomía esperada pero cuyas orientaciones sexuales son diferentes a la heterosexual). ¿Complicado? Déjenme hacerlo sencillo: la identidad de género es un elemento abstracto de la sexualidad, no se ve sino que se siente y se sabe y, por eso, es difícil de entender para todas las personas.
Hay al menos 2 tipos de chistes sobre esto, el chiste que tiene intención de entender, como quien hace bromas con un concepto nuevo que aún está aprendiendo y que le sirven para incorporar una idea y el chiste agresivo que rechaza una realidad que nos resulta incómoda por alguna razón. Las repercusiones de ambos tipos de bromas y comentarios son demasiado complejas para ser predecibles en su mayoría, sin embargo ya estamos recibiendo reportes de personas trans presentando síntomas de ansiedad, depresión e ideaciones suicidas frente a la lluvia de comentarios malintencionados que han aparecido recientemente.
Por su parte, las personas con orientación sexual distinta (quienes suelen no ser personas trans) se encuentran, en su mayoría, alejadas de la realidad de la transgeneridad y es importante revisar con cada una qué sostiene sus ataques a este otro sector de la comunidad diversa pero, como grupo, podríamos hipotetizar que la comunidad LGBT no se comporta a veces como una comunidad sino un grupo de individuos que, todos juntos, son diferentes a la mayoría pero que pueden muy bien no tener mucho en común entre sí, como cuando muchas personas emigran de un país y luego se juntan en el país vecino solo porque tienen en común la nacionalidad pero en su propio país nunca se habrían hablado. Muchas personas homosexuales o bisexuales no saben mucho sobre la transgeneridad ni se les antoja aprender sobre el tema porque no es parte de su realidad, de la misma manera que la persona heterosexual se encuentra alejada de la realidad homosexual y bisexual. Esa distancia entre nuestra realidad y la del otro facilita la burla insensible y aumenta el calibre de esfuerzo que se debe hacer para tener un acercamiento empático.
En el marco del día del espíritu de este año es muy importante tener en cuenta que la realidad del bullying se ha vuelto cyberbullying, lo cual incrementa su impacto, que las personas sexualmente diversas más afectadas hoy día son las personas trans, quienes tienen un riesgo de presentar comportamientos suicidas incluso mayor que las personas homosexuales y bisexuales, y que vestirse de morado y colgar una foto en redes sociales no es la única manifestación que debemos hacer. Nos toca prestar atención a cómo podemos afectar negativamente a otros y entablar conversaciones con quien nos envíe mensajes, memes, burlas y comentarios agresivos hacia personas LGBT en general y personas trans en particular. Todas las vidas son importantes y así como no sabemos el impacto que puede tener un meme en alguien que lo recibe por su celular, tampoco sabemos el bien que podemos hacer si alguien observa que algunos de nosotros nos oponemos al acoso y a la agresión.
Lo que haces cuenta, así que toca decidir si esparcir agresión o esperanza.
Un abrazo y que estés muy bien,
Dr. Alvaro
Para mí, la decisión es fácil: quiero esparcir esperanaza, pero… no esparzo nada porque soy una mujer heterosexual que no ha tenido una relación de pareja en años y no quiero que me etiqueten de lesbiana si defiendo los derechos humanos y dignidad de las personas lgbt. ¿Es eso un motivo justificable o suficiente para permanecer en silencio cuando escucho a la gente decir cosas equivocadas o tonterías sobre personas lgbt? A veces me siento mal por no haber dicho nada para señalar lo que está mal.
Hola,
Gracias por tu comentario. La situación que planteas es más común de lo que pensamos, muchas personas heterosexuales reconocen las agresiones que se realizan a personas LGBT y optan por no decir nada debido al riesgo de ser señaladas como miembros de la comunidad sexualmente diversa. Me parece muy valiente de tu parte admitirlo y es una buena oportunidad para pensar sobre lo que significa en la mente de muchas personas que se les señale como gays, lesbianas, bisexuales o trans. En parte tiene que ver con un tema cultural y cómo se nos ha enseñado que ser LGBT es algo negativo, pecaminoso o vergonzoso y por otro lado, que todas las personas heterosexuales deberían tener pareja y si no la tienen tal vez su heterosexualidad deba ser cuestionada. También tiene que ver con haber sido testigos de los ataques que reciben las personas LGBT porque, para ser honestos, nadie quisiera estar en esa posición, así que es natural evitar que se te identifique como a alguien que es blanco de ataques de manera casi automática.
¿Sabes? Por eso hacemos estas campañas, para que todos tomemos consciencia de la situación difícil de algunas personas y tomemos unos minutos para pensar sobre qué queremos hacer y cómo podemos contribuír a que las agresiones se detengan.
Tomar consciencia es un primer paso, tal vez hablar con nuestros familiares o amigos cercanos sobre estos temas, traer la conversación a la mesa y recordarles a todos que la gente LGBT también es gente merece respeto y un trato digno, que son personas y no etiquetas, eso ayuda muchísimo.
Un abrazo y gracias nuevamente por tu aporte, mirar hacia adentro te acerca a los demás.
Dr. Alvaro