¿Hablar de moda? ¡Ahora sí se contagió Alvaro de la cultura gay popular!
Pero vaya, que hablar de moda no está mal siempre y cuando la destruyam… eh digo, digo, siempre y cuando la veamos con un sentido crítico. Y es eso lo que quiero hacer en esta entrada.
Hace un par de semanas conversaba con alguien sobre la presión que existe en la actualidad para «verse bien» y de cómo esta presión es mayor para los hombres homosexuales que para los heterosexuales. Evidentemente esto guardaba relación con aspectos personales del individuo y su reacción ante este hecho pero, al fin y al cabo, no deja esto de ser una realidad. Hablemos un poco sobre esto.
Modelos en la Marcha de Pride

Resulta que no es la primera vez que el tema aparece, los gimnasios están llenos, la venta de suplementos y esteroides va por las nubes y hace unos días leí en una revista (de estilo de vida masculino, lo confieso, aunque el reportaje parecía bien documentado) que se estima que actualmente el 20% de los casos de anorexia en los Estados Unidos se dan en varones. ¿Qué nos está pasando? ¿Por qué se ha incrementado la presión hacia los varones y por qué particularmente hacia el hombre no-heterosexual?

Este es un problema con muchas aristas y puede verse desde muchos ángulos, ninguno de los cuales elimina la seriedad del asunto. Pero tomemos un par de ellos con la intención de no alargar este post hasta el infinito.
La Cultura Gay:
Modelo de Pasarela (no sé si es gay, tal vez sea solo europeo)

Qué hombre homosexual que empieza a establecer relaciones sociales dentro de un grupo no-heterosexual no ha sentido a veces esa presión por incorporar lo que alguna vez llamamos aquí «las marcas de la comunidad», a saber vestirse de una forma específica o cambiarla cada cierto tiempo según la moda, ir al gimnasio, incluso afeminarse, hipermasculinizarse, o conseguir una membresía en un subgrupo específico de la comunidad (Osos, Twinks, GayGeeks, Gaymers, Hunks, jocks, Queens, etc.).  Es todo muy complicado, con razón mucha gente heterosexual se confunde cuando mira hacia acá y prefiere volver a categorizar a cada persona según sus genitales (hombre-mujer), sin ver que la sexualidad es tan complicada como infinita. La verdad no se los hacemos nada fácil de entender, pero valdría la pena revisar si esta manera de dividirnos en subgrupos y definirnos a nosotros mismos incorporando ciertos rasgos físicos tiene un significado.

Oso Musculoso (subgrupo dentro de los osos)

La realidad es que para el varón homosexual la presión es mucha y en todos los subgrupos mencionados la apariencia física parece jugar un papel preponderante para enviar un mensaje al resto de la humanidad: «Soy gay y me defino de X manera». Todo parece ser una carrera desesperada por definirse, por identificarse. Todo parece ser, al fin y al cabo, una carrera desesperada por formarse una identidad y descansar en la tranquilidad que la misma provee.

Así que si los medios nos venden masivamente que ser gay significa tener cuadritos en el abdomen o un cabello perfecto, o bien dejarse barba y ser «gordo», muchos sienten la presión de ir hacia allá y solo aquellos con un sentido crítico bien desarrollado podrán observar esta presión a la distancia y decidir conscientemente si quieren incorporar algunos elementos de esa imagen que nos venden, de ese espejo mágico que nos pasan por la televisión, las revistas o el internet.
Muchas mujeres han sido víctimas de los medios durante años, les dicen que para ser bonitas tienen que comprar un delineador que les haga parecer que tienen pestañas kilométricas, que nunca tendrán suficientes zapatos y que encima de verse hermosas y ser profesionales, TIENEN que ser mamás (porque si no lo son, son «casi casi» menos mujeres). ¿Acaso no podemos mirar su ejemplo y evitar creerle a los medios cuando nos dicen que para ser atractivos o más masculinos o más gays o más seres humanos o más valiosos debemos ponernos X o Y marca de ropa o maquillaje, crema para la piel o el aparato ese que te calienta todo y te hace sudar hasta que te deshidrates? (Sé por qué están sonriendo).

Los «Fab5» que hicieron historia dando consejos de estilo (asumiendo que todos sabemos sobre esto) a hombres heterosexuales.

El temor a envejecer:
Y vaya, que tratar de tener un abdomen de revista no está mal, siempre y cuando tu autoestima no dependa de ello, porque si depende de ello te vas a sentir el hombre más miserable cuando alguien tenga un par de cuadritos más que tú o cuando los vayas perdiendo porque la naturaleza dice que es hora de envejecer, o porque no pudiste entrenar durante meses porque estabas enfermo u ocupado o bien porque tu complexión es distinta a la del modelo de la revista.  Lo mismo pasa con seguir la moda, si tu autoestima depende de ser el niño hipster (o el skater, da igual), pero ya estás más avanzadito en la vida, puedes condenarte a ti mismo a hacer el ridículo o a sentirte muy invalidado porque a tu cuerpo ya no le va bien vestirse como niño de 21 años. Detrás de todo esto está ese temor galopante que tenemos muchos hombres homosexuales a envejecer, lo cual me hace preguntarme. ¿Será que lidiamos lo de envejecer como lo han hecho las mujeres heterosexuales durante años? ¿Será que es necesario quitarnos la edad, mentir al respecto para mantener la fantasía de que el tiempo no pasa? ¿Qué hay de malo con ganar años? ¿Por qué los Osos (hipermasculinos por definición) no se quitan la edad o siguen la moda? ¿Será que seguimos definiéndonos a nosotros mismos en términos de lo que es tradicionalmente masculino y lo que es tradicionalmente femenino? ¿Será que le hemos comprado a los medios hasta esa idea equivocada de que si eres gay eres como una mujer y por eso nos comportamos como ellas? ¿Será que los Osos son Osos para sentirse menos gays y lo suyo es una máscara? ¿Será que los Queens usan máscaras también? ¿Cómo afecta esto la expresión de nuestra sexualidad en la cama (o el sofá o la cocina o lo que nos haga felices)? ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos en nuestra vida de pareja (o de grupo, da igual) si nuestra autoestima y sexualidad depende de estar al día con las tendencias o de estar en contra de ellas?. Vaya, ahora que lo pienso es más sencillo ser heterosexual, entender a las mujeres no es tan difícil y el mundo está diseñado para ellos así que con razón tanta gente trata (fallando cada vez) de serlo. Ya me fui a otro tema.
Es curioso que haya empezado esta entrada diciendo un chiste sobre cómo destruir el tema de la moda es algo importante. Me pregunto si eso me da identidad a mí personalmente (obviamente lo hace) y en qué medida me defino a mí mismo como alguien que se opone a determinadas tendencias cuando el hacerlo es una tendencia en sí mismo. Ese es el ejercicio que les propongo hacer, los invito a revisar sus comportamientos, pueden empezar por sus reacciones a esta entrada en el blog. ¿Se definen ustedes de alguna manera dentro del grupo gay? ¿Por qué se definen así? ¿Qué pasaría si se definieran distinto? ¿Son realmente necesarias estas divisiones? ¿Para qué sirve cada grupo? ¿Depende mi autoestima de estar a la moda o tener menos edad? ¿Me da terror dejar de tener 20 años? ¿Cómo me siento conmigo mismo cuando veo a los modelos con cuerpos irreales en los medios? 
A pensar sobre esto y a comentar en este blog, vía twitter (@algomprado) o por mail.

¡Saludos!