Estos son mis comentarios sobre una película que me pasó Alejandro Cantón y de la cual ha estado esperando mis impresiones (ya lo ha dicho en alguna parte del blog). Sucede que la película se trata de un terapeuta de niños abusados que es acusado de abusar sexualmente a uno de sus pacientes. Difícil de debatir el asunto cuando quien le acusa es el paciente mismo, un niño de 13 años que ha sido vendido como prostituto por su madre durante años.

La película está basada en una novela que, según me informa Alejandro, es de pura ficción. Ahí van mis comentarios:

En primer lugar, ese psicólogo me dio miedo desde el primer momento, primero pensé que eso quería lograr el director, pero no estoy tan seguro porque la verdad la película no está hecha con muy buena calidad, las actuaciones son bastante malas, salvo una que otra de personajes secundarios. También me pregunté cómo hizo para comprarse un porsche boxster con el salario de counselor. Pero volvamos a la trama.

En la película el terapeuta es parte del staff en una especie de centro de atención para niños abusados, es un doctor de mediana edad que ha logrado su Ph. D. gracias a su investigación en el área de niños molestados sexualmente. Hace el papel de Counselor/Director del centro, pero con una forma de counseling un poco rara porque pasaba fines de semana con sus pacientes a manera de premio por el buen comportamiento de ellos. Les recuerdo que esta historia NO ESTÁ BASADA EN LA REALIDAD así que EN LA REALIDAD eso de pasar tiempo con los pacientes por lo bien que se portaron NO SE HACE.

Todo se desata, en mi opinión, por las fallas básicas a ciertas normas universales: el terapeuta tiene una cercanía física excesiva con sus pacientes.

Cantón me va a querer matar por escribir esto debido al antiguo debate sobre el abrazo de oso que quienes siguen los blogs habrán leído, pero estas cosas hay que decirlas: UNO NO ANDA TOCANDO A LOS PACIENTES, MENOS LOS BESA, LOS ACARICIA NI NADA PARECIDO. No, no soy cerrado de mente, tengo mis razones para defender mi punto y sé, por supuesto, que mi colega tiene sus razones para defender el suyo. Su técnica del «abrazo de oso» parece haber funcionado bien para él así que dejemos eso ahí por la continuidad de esta entrada. Por cierto, en honor al civismo debo aclarar que el «Abrazo de Oso» que defiende Alejandro Cantón es solo eso, UN ABRAZO, no caricias, no besos ni nada parecido. Hago la aclaración anterior para que no haya malos entendidos como los que parecen haberse dado la última vez ¿Soy solo yo o alguien más ha notado la cantidad de cáscaras de huevo que aparecieron de pronto en el piso?

Seguimos con la película: ¿Consejeros/Terapistas junto a muchachos desnudos? Más aún ¿Muchachos que están en una institución específicamente por una historia de abuso sexual? Con este tipo de pacientes (y con todos los demás tipos), eso es una falta de límites, no hay más que decir.

Ahora bien, aunque el chico de la película sí había sido abusado, el Terapeuta no era culpable del abuso, por lo cual lo más importante de comentar es ¿Y si esto pasa en Panamá? ¿Cómo se regula la práctica profesional? ¿Y si uno se dedica a estos menesteres porque eres un tipo con razones para ayudar y resulta que te acusan de algo así? Todos sabemos que una acusación como esta destruye la carrera de cualquiera, sin importar si la persona es culpable o inocente. No hay escudo protector contra semejante desastre.

Ahora bien, también me preguntaba yo durante la película ¿cuál es la línea que divide las demostraciones afectuosas hacia un menor del abuso? Ni siquiera podríamos basarnos sólo en si el menor está de acuerdo o no con el acto que se realice, yo pienso que va mucho más allá de eso. Muchos menores pueden percibir una situación de abuso como algo excitante a lo que incluso intentan volver, pero eso no significa que estén estructural y/o funcionalmente listos para lidiar con la realidad de esa excitación. Creo que todos debemos dedicar algo de tiempo a contestar, para nosotros mismos, la pregunta anterior.

¿Qué más? Ah! En la película aparece un personaje homosexual, un varón que además es muy afeminado y es HIV positivo. Me llamó la atención que el único personaje homosexual que aparece en la película es, casualmente, el personaje vengativo y mentiroso que trata de hundir al protagonista para que lo condenen y es, además, un verdadero abusador de menores. Es cierto que ese personaje podría ser real (gente así hay en el mundo) pero en medio de los personajes bidimensionales de la película mi impresión es que se esforzaron demasiado en ponerle tantas características al único personaje homosexual. Al menos pudieron colocar algún otro personaje homosexual, o afeminado o HIV positivo que no fuese abusador de menores, aunque sea para balancear el argumento.

Bueno, esas son mis impresiones por ahora, que comience los comentarios!