Hace unos días que vengo asociando las ideas del género y las expectativas con la contienda política que se avecina en Panamá. Entre los candidatos tenemos a un empresario relativamente joven que dice tener las «manos limpias» pero con algunos copartidarios que tal vez se beneficiarían de algo de agua y jabón (¡Qué diablos! de una ducha entera) lo cual me hace cuestionar algunas cosas. También tenemos a un millonario que no puede enteramente hacer más dinero y cuyo siguiente paso lógico es dirigir un país, curiosamente dice ponerse en el lugar del pueblo y, aunque se le agradece el gesto, me pregunto si será realmente capaz de estar en el lugar del Panameño común. Por otro lado, una de las posibles candidaturas del partido de gobierno es la de una mujer que ha vivido en el mundo político desde hace muchos años (lo cual no es necesariamente bueno) y que, dada nuestra experiencia anterior, llevaría la enorme tarea de reivindicar el papel de las mujeres en la presidencia.

Me gustaría tener la oportunidad de saber las motivaciones reales de los candidatos para sentarse en la silla presidencial ¿Qué impulsa estas acciones y cómo las expectativas y roles de género y la búsqueda del poder se cruzan para llevarlos allí?

¿Alguien le ha preguntado a los candidatos su postura sobre el tema de la diversidad sexual, los derechos de las minorías, la discriminación, el VIH/SIDA, los crímenes de odio y todas esas «minucias» (noten el sarcasmo) que nos traen a espacios como estos y que, de una u otra forma ocupan gran parte de nuestra vida?

No sé ustedes, pero yo creo que deberíamos hacerlo, eso nos daría un vistazo interesante sobre la capacidad empática de los candidatos y su postura frente a temas como la igualdad, los prejuicios y demás. Hmmm… ¿Algún voluntario para lanzar la pregunta?

Saludos,