– «So, how does it feel to be a Doctor?» – me dijo mi director de tesis al día siguiente de mi sustentación, él tiene la costumbre de hablarme en otros idiomas.
– «Bittersweet» – Contesté yo sin mayor sonrisa.
– «¿Por qué?»
– «Bueno, ya me doctoré» – dije mientras trataba de armar los pedazos para hallar la significación de mi sensación – «eso está bien, pero me frustraron varios comentarios que se hicieron anoche.»
Procedí a quejarme por algunas cosas que me incomodaron en la noche de mi sustentación. Él me escuchó y siento que comprendió mi punto en alguna medida, además fue capaz de reflejar muy bien mi descontento. Luego de unos minutos y de haber compartido conmigo una historia personal, me dijo algo interesante:
– «Por alguna razón, no estás pudiendo disfrutar este gran logro«.
Y sí, es verdad. Han pasado dos días desde mi sustentación. Ya me doctoré, saqué «A». Pero he salido de la disertación con una sensación de descontento. Siento que algunas personas no comprendieron el objetivo de la tesis. Alguien del jurado pensó que mi objetivo era «curar» a los homosexuales a través de convertirlos en heterosexuales. Creo que no se comprendió el objetivo de mi trabajo a cabalidad, y es curioso que no se haya comprendido porque lo especifiqué en el primer capítulo del documento. La misma persona evidenció esa noche su deseo de preguntarme sobre mi orientación sexual frente a todo el público asistente y, aunque no me molesta su pregunta y luego se retractó, su impulso parece haberle ganado por un momento. Me temo que los temas relativos a la sexualidad poseen el efecto secundario de intranquilizar a las personas o, al menos, alterar su percepción.
En algún momento me tocó comentar también cómo los varones homosexuales no necesariamente tienen la sexualidad desordenada que se presenta en los medios o que nos vende la propaganda.
En fin, como siempre, me toca aprender de las experiencias y concluir algunas cosas: siento que hay mucho que hacer en este campo, si alguna vez dudé sobre mi percepción de que muchos terapeutas se encuentran sesgados por sus juicios morales frente al tema de la homosexualidad, hace dos noches pude recordar las razones que impulsaron la hechura de este estudio en primer lugar. Sólo mis supervisores parecían tener una opinión más libre, tal vez por su trabajo más cercano con el proyecto, tal vez previo al mismo.
Supongo que, si mis ideas fuesen bien recibidas por todos desde el primer momento, no valdría la pena formularlas. Tal vez serían demasiado sencillas de digerir y no presentarían ningún aporte real.
Por otro lado, siento que he disfrutado mucho más de haber terminado de escribir mi tesis y de ver cómo las páginas blancas iban entrando vacías a la impresora y saliendo llenas de letras que de todo el proceso de la disertación. Aunque doctorarme le añade un elemento más a mi identidad profesional, no me siento demasiado diferente. Y bueno, no es que esperara poder levitar o ver el futuro, pero sí he comprendido (una vez más) que lo que ganas en estos menesteres no lo adquieres por el documento final o la disertación, sino por el camino que seguiste para llegar hasta allí. Eso sí, tienes que recorrer el camino completo. Desde el primer día de materias del doctorado, desde que elegiste matricularte, desde que elegiste hacer clínica y no otra especialidad, desde que te gustaron las clases de filosofía en el colegio… desde que tenías cinco años y tratabas de entrar en la mente de los demás, imaginando cómo serían las vidas de esa gente extraña que caminaba por la calle.
Creo que por eso no me siento demasiado diferente, porque no he cambiado mucho en esencia. Tal vez siempre seré aquel niño que trata de armar los pedazos en su mente sobre lo que observa alrededor, supongo que practicar por tantos años, acertar a veces y equivocarme otras, es lo que me ha llevado a buscar el entrenamiento formal y, eventualmente, me ha traído hasta aquí. Ahora solo tengo el reconocimiento de la comunidad científica y, no obstante algunos no comprendan bien mis planteamientos, yo sigo teniendo trabajo que hacer y pedazos de vidas que armar en mi mente.
Este camino apenas está comenzando.
Saludos y gracias por leer esta entrada tan personal.
Hi Doc!>>Algo similar a lo que viviste me sucedió a mi, cuando hice estudios posteriores a la U., en mi caso fue en el exterior, y realmente lo que gané de todo, fue la experiencia de todo el proceso, lo disfruté mucho y cada día era una vivencia que enriquecía mi vida, en el aspecto profesional como personal, pero sobretodo como persona.>La sustentación es un momento, pero el proceso del doctorado y toda la experiencia es realmente en lo que debes enfocarte y valorar, así que no se moleste, disfruta tu logro, y eso no te hará diferente, sigues siendo el mismo, es lo bonito de esto…pero con una aprendizaje ganado a tu favor.>>Enjoy!!! jugar con los pedazos, >Slds,>>JOE
Así es. La experiencia se va asentando ahora y la realidad del papel que puedo jugar en este asunto de la diversidad se va despejando. Es importante ser imparcial, eso sí y eso trato de hacer.>>Saludos Joe y gracias por escribir.
Felicitaciones!>Pero, veo que la historia se repite, no tanto en la experiencia en la sustentación, pero sí en aquello de que el público realmente entienda el mensaje que quieres enviar.>Pero, tu profesor tiene razón. Creo que tienes que disfrutar el hecho de que eres Doctor. Eso, en sí, te pone en la punta de la pirámide educativa y profesional.>Lo demás, irá transformándose en la medida que veas cómo tus pacientes –clientes los llaman los gringos — se irán relacionando contigo y tú con ellos y los ayudes a «cambiar», pero en el sentido que tú yo yo conocemos: cambiar a ser mejores personas consigo mismas.>Un abrazo de oso,>Alex Cantón
así es… mi profesor tuvo razón. Y tiene que ver con el significado que tiene el doctorado en mi mente. >>Oye, yo que soy muy visual pensé con tu comentario que de la punta de la pirámide es de donde uno se puede caer más fácil… jajajajaj… entiendo tu punto y te agradezco.>>Saludos y un abrazo de vuelta, no de oso, pero abrazo al fin. =)
Hola>Realmente, uno se esfuerza por muchas cosas en la vida y a veces no son tomadas con la importancia como debe ser; he aprendido que uno se lleva sorpresas inesperadas por eso son sorpresas, increíbles con personas que uno cree entender y valorar su trabajo e incluso pasa con la familia, pero realmente estamos en un mundo competitivo y entre más jovenes somos y aprendemos más, somos peligrosos para las personas con más experiencia en el campo por decirlo así. Uno defiende sus proyectos contra capa y espada al frente de sus jefes o superiores o cualquier otra persona, no hay mas nadie que conozca el tema desarrollado por uno como uno mismo y la mayor satisfacción que uno se lleva es poder llegar a cumplir todas sus espectativas y poder ayudar a los demás; lograr comprender muchas cosas y entender que otras personas no ven. Yo a usted lo felicito por escoger ese tema tan delicado,muy poco comprendido para todos y por ser tan valiente en su defensa. Eres Dr. nadie te lo quita, tienes un potencial increíble de poder comprender muchas cosas que para mi o para otros es imposible ver. Te felicito y adelante con la psicología, ante ti me quito el sombrero respetado terapeuta; orgullo para su familia, amigos y todas aquellas personas que una o de otra forma nos ayuda con sus publicaciones en su blog.>FELICIDADES DR. ÁLVARO GÓMEZ PRADO.
vaya… gracias… speachless here!