Continuando con el tema, al igual que sucede con muchas otras capacidades humanas, la capacidad creativa no tiene mucho que ver con la orientación sexual de manera directa, sin embargo, parece potenciarse infinitamente frente a problemas que impliquen el manejo de los afectos y la autodefinición. Y el individuo (hombre o mujer) distinto a la mayoría posee una situación de vida que produce la necesidad de autodefinirse y construir una identidad propia que no está dada siempre por el sistema. ¿Les suena familiar?

En efecto, muchos miembros de la comunidad diversa están en una situación de vida que les empuja a pensarse a ellos mismos, a crear y definir su propia identidad (la cual no se da de manera automática como en los individuos heterosexuales) o bien se enfrentan a situaciones de rechazo que crean dificultades sociales y personales que se alzan como problemas a resolver. La creatividad hace su aparición y salva el día en la medida en que esas personas posean un mínimo de salud mental.

Muchos artistas, grandes pensadores, teóricos importantes, ejecutivos muy productivos en compañías, y demás individuos altamente creativos, han sido personas homosexuales. No significa que los heterosexuales no puedan ser creativos, porque sí pueden, pero este artículo se trata de la gente homosexual que vive en un sistema heterosexista y cómo esta situación problemática presenta al sujeto con una oportunidad para ser creativo o desarrollar síntomas de psicopatología. Si la persona presentará una forma creativa de afrontar el problema o desarrollará síntomas (depresivos, ansiosos, etc.) que lo paralicen dependerá de sus recursos personales en términos de salud mental. No es lo mismo un homosexual que ha crecido en un ambiente familiar que no reconocía sus afectos cuando era niño y censuraba las expresiones individuales que uno que creció en un ambiente de validación y apoyo familiar incondicional.

Así que ser homosexual (o bisexual o lesbiana) no tiene una relación directa con la capacidad creativa del individuo, pero sí provee, en esta cultura, de oportunidades diarias y con variados niveles de dificultad para poner en marcha el proceso creativo. Es decir, provee problemas constantes en una sociedad como la nuestra.

En las próximas entradas haré algunos comentarios sobre la comunidad GLBT como un todo y tocaré el tema de la autodefinición y la pertenencia a esa comunidad. Una manifestación que ya vimos de esta pertenencia fue el artículo titulado «Vodka con Sangre», así que no se vayan muy lejos.