Este año, decidí no publicar nada el 1 de diciembre.  Creo que a cada rato publico aquello de «usen condón, cuidense» etc., etc.  Y el tema del 1 de diciembre debe ser solo un recordatorio de la existencia de la epidemia y, tal vez, un día para cargar pilas sabiendo que todos debemos estar conscientes del virus y estamos luchando contra él.

No me gusta la idea de que se siga identificando, en algunos espacios, a la enfermedad del SIDA y al VIH como una enfermedad de la comunidad homosexual.  Pero este año me ha tocado ir a tres funerales relacionados con el VIH-SIDA en varones homosexuales, uno de ellos era un gran amigo mío de colegio. 

Lo que NO podemos hacer, es cubrir el sol con un dedo y negar la realidad de que el grupo homosexual es un grupo de alto riesgo para la transmisión del virus.

Así que, con los pies en la tierra sobre esta realidad, a dar los pasos necesarios para protegerse y proteger a los demás.  Y quienes ya tienen el virus y viven con él, a cuidarse mucho también y a echarle una mano a los demás en comprender lo que significa ser un portador.  Sus testimonios (si deciden darlos, porque es su derecho decidir sobre esto) pueden ser muy útiles en la prevención de la transmisión, su posición les da un punto de vista único dentro de la comunidad.