¿Alguien recuerda a la generación X? aquellos trabajadores jóvenes dispuestos a tomarse el mundo. Pues lo de tomarse el mundo es, de hecho, característico de la juventud, es una de las cosas que mantiene a la humanidad en movimiento (aunque a veces no sepamos bien hacia dónde nos estamos moviendo).

Pues resulta que (si mis cálculos no me fallan) la generación X está formada por quienes hoy en día son gente que va llegando a los 40, jóvenes pero ya casi a la mitad de su vida laboral productiva. Esa generación ha venido a ser reemplazada por una siguiente que alguien en algún lugar se dignó en llamar «Generación Y». Son personas de 30 o menos (y algunos de hasta 35), con costumbres forjadas en el fuego del consumismo y la velocidad de los cambios, la verdadera generación de la información y el internet de banda ancha. Somos nosotros, quienes tenemos vidas virtuales en el internet, escribimos blogs cuya apariencia cambiamos unas 8 veces por mes y nos enteramos de muchas cosas de las vidas de nuestros amigos a través del facebook, el myspace, el livespace, badoo, tagged o alguna otra red social. Muchas oportunidades y muchas limitaciones a la vez, así como realidades que nuestros predecesores no tuvieron que enfrentar.

Esta generación ya no cree en las instituciones como tal ¿Matrimonio? ¿Religión? ¿Familias tradicionales? No señor, es una generación que tiene personajes gays en la televisión (y qué bueno) y posee la cualidad muy positiva de cuestionar cualquier cosa que reciba y que haya sido relevante para las generaciones anteriores, eso abre posibilidades creativas importantes para la generación de los 20 a 35 años, a menos que se cuestione por moda y no por verdadero deseo de encontrar la verdad. Esta es una generación en que la mayoría no sabe escribir en una computadora usando todos los dedos, pero puede enviar mensajes de texto por un celular con una rapidez insospechada. A veces siento que no pertenezco a este «cluster», yo sí aprendí a escribir a máquina y me confundo con los mensajes de texto, pero también tengo que pelear con la necesidad imperiosa de terminar cada oración con tres puntos suspensivos… así que negar mi membresía a este grupo es inútil.

Muchas cosas distintas; estamos hablando de formas muy distintas de hacer pareja y relacionarse, de estilos de vida «alternativos» que quienes vinieron antes no se atrevieron a implementar o siquiera a probar. Cuestionarlo todo es importante. Sin embargo, como grupo, esta generación también posee la problemática característica de tener valores un poco disonantes (y no basados en la experiencia previa sino en lo que se recibe de los medios) respecto a quienes les precedieron. Relaciones desechables, la valía personal dictada por si tienes o no el último modelo de teléfono celular o los abdominales de revista.

Tengo un antiguo conocido que siente vergüenza porque su auto (nuevo) es un carro compacto (fue el que pudo comprar), siempre lo estaciona muy lejos y le dice a todo el mundo que él maneja un 4X4 de una marca más costosa. Hay de todo en la viña de Freud…

Sí, esta generación está caracterizada por cosas muy interesantes, banales algunas, más profundas otras. Si para la generación X era importante trabajar, lograr la meta de ventas y «hacer», para la generación Y lo importante debe ser «tener», «comprar» o «adquirir». Sin importar si para eso debes vender el alma (o el cuerpo).

Lo importante, para mí, es que en todas las generaciones, más allá de cuál letra del alfabeto se emplee para nombrarla, aún existen individuos más preocupados por «ser», «saber» y «crear». Supongo que lo importante es que nos mantengamos conscientes de lo que estamos haciendo, de cómo pertenecer a este grupo nos afecta y cuáles de nuestras decisiones son realmente nuestras y no han sido tomadas previamente por el Gerente del departamento de marketing de alguna transnacional quien, por cierto, podría ser alguien de la generación X tratando de alcanzar su meta de ventas del mes.

Saludos,