Hace un par de semanas fue la celebración de la fiesta del orgullo gay en varias ciudades del mundo. Panamá no podía quedarse atrás y un grupo importante de defensores de la igualdad de derechos marchó por la vía argentina como ya se acostumbra hace algunos años.

Este año no pude ir a la marcha porque coincidió con un par de conferencias sobre sexualidad que debía dictar fuera de la ciudad y, como aún no desarrollo el don de la ubicuidad o el de la teletransportación (estoy trabajando en eso) tendré que conformarme con faltar a algunos compromisos.

La distancia del evento me hizo buscar fotos del mismo para ver que tal había quedado y, al hacer dicha búsqueda, encontré fotos de hombres disfrazados de personajes que poco o nada tienen que ver con el orgullo gay.

Entra: Maléfica.

¿En serio? ¿Maléfica?
No tengo nada en contra de la bruja de disney, si fuese un ser real ya habría ido a pedirle que me concediera aquello de la ubicuidad, pero seamos serios, la marcha del Orgullo Gay no es un desfile de Halloween y Maléfica y demás personajes no tienen nada que ver con la sexualidad y la igualdad de derechos.

Esta es la parte donde algunos piensan que soy poco tolerante, me acusan de homofóbico, clasista o alguna otra forma de discriminación. No me malentiendan, la realidad es que no me molesta que en la fiesta del orgullo la gente se vista de manera ambigua en términos de género o que directamente utilicen ropas que tradicionalmente son del sexo opuesto. Todo eso cae en el paraguas de la expresión de género, la cual es distinta en cada uno. Sin embargo los personajes de disney están fuera del campeonato al igual que cualquier otro tipo de disfraz.

¿No les parece que es un poco difícil para la gente más «tradicional» (heterosexual) y para los poco educados (en estos temas) de Panamá abrazar la idea de que no somos monstruos si seguimos vistiéndonos de monstruos?

Travestis y transgénero, lesbianas «butch» y hombres afeminados son parte de la comunidad y representan esos colores de la sexualidad que se invisibilizan por lo general. Todos ellos tienen un lugar en la celebración de pride, es su fiesta, al igual que es la fiesta del hombre homosexual cuya expresión de género es tradicionalmente masculina o de la lesbiana que parece una reina de belleza o del heterosexual que sencillamente quiere apoyar porque tiene consciencia de la importancia del movimiento.

Esta es una fiesta sobre la diversidad sexual y todos los humanos tenemos un lugar en la mesa de la celebración, todos los humanos, reales, somos bienvenidos a marchar y mostrar nuestra verdadera naturaleza. La fiesta del Pride significa que estamos orgullosos de ser quienes somos, no es un espacio para disfrazarse, para eso mis lectores, creo que tenemos el resto del año.

Les dejo con algunas fotos de lo que sí me hizo sentido y no tuvo mucha cobertura mediatica, en parte porque es difícil enfocar en esto si nosotros mismos creamos distracciones innecesarias.

Saludos y que estén bien.