Muchos hombres homosexuales que no son afeminados me han preguntado desde siempre cuándo se eliminará esa generalización que hace mucha gente sobre los hombres gay siendo vacíos, «escandalosos» («loud» en inglés) y/o afeminados, por decirlo de alguna manera. Recientemente un amigo colocó en su timeline de facebook un comentario al respecto y alguien en su foro acuñó el término «La Loca Hueca», el cual solo menciono para ejemplificar la forma peyorativa en que se percibe a estos hombres de vez en cuando y los ataques que pueden recibir.
Mi respuesta a quienes me preguntan sobre esto es la siguiente: el estereotipo de la «Loca Hueca» se irá eliminando en la medida en que los que no son «locas huecas» vivan su sexualidad sin mayor secreto. Es sencillo para nosotros vivir en el anonimato, sobre todo si la gente que no te conoce te ve y presupone que eres heterosexual porque no llenas el estereotipo. Sin embargo, ahí es donde nos toca hacer el esfuerzo.
Toda una generación de nosotros debe dejar claro cómo es su sexualidad, no se trata de ponerse una camiseta con una etiqueta, de lo que se trata es de que, guardando la vida privada, se pueda expresar lo mismo que los heterosexuales expresan. 
Los que hacemos lo anteriormente mencionado nos enfrentamos a comentarios como «qué desperdicio» (sobre todo de parte de mujeres heterosexuales) o «Ya se dañó» (de parte de hombres heterosexuales) o «bien que le gusta la vaina» (de parte de hombres y mujeres homosexuales) o algún otro similar.  Aunque estos comentarios pueden ser más o menos dolorosos dependiendo de cómo los recibas, también son oportunidades para enseñar a la gente e ir limpiando ese estereotipo de sus mentes, no porque ser la loca hueca esté mal (siempre y cuando sea la identidad real de la persona) sino porque no solo hay locas huecas y es hora de hacer más visibles a los demás  para que homos y heteros, bis y trans puedan tener una relación más real con el resto de los grupos en la sociedad y no relaciones basadas en lo que dicen los medios.
Recordemos que no todos los hombres (gay o no) son afeminados, musculosos, deportistas, disciplinados, ricos, pobres, seguidores de la moda, desaseados, flojos, machistas, feministas, sexistas, intelectuales, tímidos, extrovertidos, etc. Todos somos distintos, con opiniones variadas, cuerpos y cargas genéticas diferentes e historias de vida únicas que nos hacen ser quienes somos.
Si queremos que el estereotipo desaparezca, todos tenemos que estar juntos en el esfuerzo de hacer lo que es más sano para nosotros como individuos y como grupo, es decir, siendo nosotros mismos.