Desde la adolescencia, cuando empezamos a sentir atracción sexual por otras personas, todos los seres humanos vamos aprendiendo cómo debemos manejar nuestra sexualidad, cuándo manifestarla y en qué contextos es apropiado o no. Muchos aprenderán que está bien tomarse de la mano y caminar por la calle con su pareja, que está bien darse un beso en público de vez en cuando y que, dentro de una relación seria y establecida con miras a ser duradera, no hay nada reprochable en hacerse manifestaciones de afecto.
Pero no es así para todas las personas.
La gente homosexual del Panamá de nuestros días aún vive en la oscuridad, hasta el más abierto al cambio, hasta el más íntegro de los homosexuales o bisexuales aún siente algunas fricciones entre su sexualidad y el medio que le rodea. Nuestra tarea como seres humanos (de cualquier orientación) es ser más honestos y coherentes con nosotros mismos, siempre ser más congruentes. Sin embargo, esa tarea es especialmente difícil para la población sexualmente diversa, sobre todo en una sociedad represiva como la que tenemos hoy.
Si en algún momento has sentido que no puedes tomar la mano de tu pareja en un restaurante porque puede haber comentarios mal intencionados, si alguna vez has dudado en acariciar el cabello de tu pareja en público, si alguna vez has callado lo que sientes por alguien para evitar el juicio del medio, si alguna vez has buscado un lugar oculto para dar un beso de despedida a tu pareja porque hacerlo en público traería consecuencias negativas para ti, si has temido expresar lo que sientes en tu iglesia, en tu trabajo o en tu familia por temor a ser expulsado de alguna de estas, entonces sabes de lo que hablo.
En Panamá SÍ existe discriminación y las agresiones hacia personas con orientaciones sexuales distintas a la heterosexual se dan cada día. Negarlo es darle un voto a la hipocresía, la inmoralidad y la falta de ética. Insistir en que no deben reconocerse los crímenes de odio (los cometidos hacia personas basados en su condición sexual) es como negar que existen los crímenes hacia las mujeres solo por ser mujeres, o hacia los negros solo por ser negros. Estos fenómenos sociales, estas agresiones existen y deben reconocerse para poder corregirse.
Por favor, sigan las noticias sobre el proyecto de Ley No. 50 que se estará discutiendo en la asamblea de diputados. La intención del proyecto de ley NO ES LOGRAR EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL, sino proteger la seguridad y la salud de la comunidad sexualmente diversa. No permitan, mis respetados lectores, que les lave el cerebro quien se opone a reconocer los derechos humanos de los grupos minoritarios. No importa si son Psicólogos, Periodistas, Políticos, Empresarios, Artistas o Padres de familia. Porque lo más seguro es que lo hagan por razones personales que les impiden reconocer que todos los seres humanos somos igualmente humanos y que es un día muy triste el día cuando aceptamos la agresión (institucionalizada o no) hacia nuestros semejantes.
Un abrazo y que estén bien.
Bueno, yo no vivo en Panamá, soy de Venezuela, pero estoy de acuerdo contigo en eso de que, debemos ser coherentes, pero no se puede negar que a veces ser abiertamente gay puede traer consecuencias negativas.
Uno puede estar muy orgulloso de su orientación sexual, pero tampoco puede negar que tomar la mano de tu pareja en la calle puede significar insultos y demás…
Primero, no quiero ser pesimista, pero prefiero la realidad antes que engañarme. Repasando un poco el historial de derechos civiles y humanos, en este país me hacen perder un poco esperanzas que las cosas vallan a cambiar tan pronto.
Solo hay que mirar lo que ha pasado con otras minorías, por ejemplo el caso de los indigenas, que aunque es cierto que le dieron titulación de tierras y les han reconocido territorios comarcales, de manera descarada los hacen vender a precios irrisorios en el mejor de los casos y en el peor simplemente los obligan a salir de sus tierras para construir hidroelectricas y empresas mineras.Y en el caso de personas con orientación sexual diversa, solo hay que recordar como quedó la famosa ley de educación sexual, lo cual no tenía nada que con la homosexualidad, sin embargo numerosos grupos religiosos y conservadores hicieron de ella añicos argumentando que en parte promovía la homosexualidad y libertinaje sexual.
Pienso que esta es una jugarreta más de los politicos para desviar la atención de los ciudadanos del problema de la LEY 30 que tantas canas verdes les ha sacado, ellos saben que la ley tiene muchas probabilidades que no pase o siquiera llegue a primer debate en la asamblea.
Esta sociedad panameña es mayoritariamente colectvista y la gente tiene miedo de romper barreras y prefiere conformarse, y eso incluye a la comunidad con orientación sexual diversa, yo creo que los cambios no se logran a base de buenos deseos y apoyo desde nuestras casa, se logra a base de lucha. Esto se trata de ser valientes y virvir como hombres y mujeres homosexuales orgulloso de quien somos.
Supongamos que por cualquier motivo esta ley 50 es aprobada, aunque lo dudo, nada nos garantiza que situación real de los homosexuales cambie, siempre habra formas sutiles de discriminar y de infringir la ley.
Yo creo que las cosas van a cambiar si cada uno de nosotros(homosexuales,lesbianas,bisexuales,trans, etc) hace algo, yo por lo pronto quiero ser trabajar voluntariamente con PROBIDSIDA o AHMNP que la unica organización que se encargan de luchar en contra de la discriminación.
Daniel
Alvaro, muchos tenemos que lidiar con discriminacion, en lo que refiere a pareja. Los comentarios hirientes los hacen a cualquer pareja que no este dentro de lo que la sociedad considera «normal» Si es un viejo con una chiquilla, si es un feo con una belleza, si es un bajito con una alta, si es un gordo con una flaca, etc… Vivimos en una sociedad donde lo distinto llama la atencion. Lo que me incomoda de la ley es que solo esta orientada a el sexo/genero. Si queremos de verdad pelear con la discriminacion, hay que ser 100% congruentes e incluir raza, color, religion, identidad politica, discapacidad etc.
Coincido en gran parte con Anónimo-Daniel.
He dicho en anteriores ocaciones, incluso en reunión en A.H.M.N.P. (he aprendido a escribir bien estas siglas por un comentario en otro blog), que las leyes no cambian las cosas a nivel cultural. Y la discriminación es cosa cultural.
Una ley no impide el rechazo, por ejemplo, en una iglesia, en un restaurante, en un lugar de trabajo, etc. Las burlas estará ahí. Tal vez surga que la sociedad «aprenda» por fuerza… pero ese tipo de aprendizaje no viene de adentro, si no de afuera de las personas. Y eso lo logramos mostarando otros aspectos que no ve la sociedad en los homosexuales: Que lo único que nos «diferencia»* es nuestra atracción sexual.
Dejo claro que no estoy contra esta L50. Pero pensemos que, en este caso, la acción la tomamos nosotros como personas y la ley sería un apoyo.
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*Me refiero a la diferencia entre héteros, homos y bisexuales, no a diferencia como personas «diferentes» o de otro «estilo de vida»
Creo que muchas de las posturas de rechazo o resistencia vienen dadas por la imagen que los mismos homosexuales proyectan socialmente. La imagen de un estilo de vida enmarcado en el hedonismo, el narcisismo, la inmadurez emocional, la promiscuidad,el individualismo, la falta de compromiso social. Por otra parte individualmente se observan rasgos narcisistas, obsesivos, paranoides, movidos por sentimientos de decepción, miedo y odio. Se caracterizan por una mezcla de arrogancia,falsa agresión, constantes quejas, serviles cuando se enfrentan a una persona más fuerte, despiadados cuando ostentan poder, sin escrúpulos cuando se trata de pisar a una persona mas debil.
Son ellos mismos quienes cada febrero ofrecen un espectaculo bochornoso al pais, son ellos quienes cada vez que tienen la oportunidad hacen un circo de si mismos.
Si el homosexual quiere derechos y protección ha de cumplir con deberes y responsabilidades ADULTAS, salir del eterno mundo adolescente en el que la gran mayoria se encuentra atascado. A ningun homosexual le gusta oir esto, pero es cierto, prefieren ser queridos por sus habilidades para decorar y su habilidad para entender a sus amigas… la obsesión con el cuerpo, las ropas, la imagen no es una cuestion de salud, en ellos es algo más neurótico que tiene que ver con el el patológico amor por si mismo… pero eso es otro tema.
P.D. qué tipo de eufemismo es «comunidad diversa»?
Estimada(o) Anónima(o)
como ya comenté, comparto su posición parcialmente.
Debo reconocer que no soy muy apegado a los eufemismos, pero en este caso le diré que «comunidad diversa» se utiliza de manera práctica para referirnos a las diferentes formas en que los homosexuales expresan su sexualidad (cosa que hacemos todos los seres humanos). Cada una tiene sus distintas características y hasta sus propios problemas a enfrentar ante la sociedad. Tal vez usted ignora que la manera de discriminación hacia un homosexual masculino «activo»(vulgarmente llamado «manacho») es distinta a la de un homosexual «pasivo». De igual manera ocurre con un homber transexual, un travesti o un bisexual, etc. Y dicho sea de paso, cada uno de ellos (o ellas) son distintos sexualmente, aunque para usted, tal vez no lo parezca.
Sobre los rasgos psicológicos, me parece que usted es bastante acertado(a). A mi concepto, la mayor discriminación está entre las personas homosexuales. Y esta conducta se refleja en la actitud exhibicionista.
Pero meditemos en que, la discriminación existe en ambas caras de la moneda, y también empuja o mueve a las personas homosexuales a tomar conductas defensivas, no significando que ésta sea la vía correcta.
Espero estaar equivocado y pido disculpas de antemano en tal caso, pero creo que usted generealiza y olvida que hay muchos homosexuales que no proceden de la forma negativa que usted comenta sobre ellos. Y es interesante, porque esos homosexuales no expresan su sexualidad como normalmente lo haría un héterosexual. Ellos, en su mayoría prefieren mantenerse «ocultos», anónimos. Por qué? Por temor (que tal vez muchos confundan con paranoia) y todo temor tiene un origen.
Usted comenta acertadamente «paranoides, movidos por sentimientos de decepción, miedo y odio». Pero, le(a) invito cordialmente a investigar en la vida diaria, en la vida real, la naturaleza de esos sentimientos el por qué de los mismos, pues no siempre es paranoia.
Usted comenta:
«Si el homosexual quiere derechos y protección ha de cumplir con deberes y responsabilidades ADULTAS, salir del eterno mundo adolescente en el que la gran mayoria se encuentra atascado. A ningun homosexual le gusta oir esto, pero es cierto, prefieren ser queridos por sus habilidades para decorar y su habilidad para entender a sus amigas… la obsesión con el cuerpo, las ropas, la imagen no es una cuestion de salud, en ellos es algo más neurótico que tiene que ver con el el patológico amor por si mismo»
Cierto. Y es ahí donde supongo yo, que entra la psicología en la homosexualidad, no para «curar» si no para orientar superar conductas de inmadurez.
Pero, me preocupa algo que observo en sus palabras, y que con toda buena intención y respeto, le hago la observación.
Una persona o ser humano homosexual tiene los mismos derechos que una persona o ser humano heterosexual. Recuerde que entre las personas heterosexuales también encontramos los mismos rasgos que usted menciona en su comentario. Y sin embargo, tienen derechos!
Entonces, existe o no la discriminación?
No se trata de si está «bien o mal» el proceder personal de cada uno de estos seres humanos. Se trata de igualdad de derechos.
Los homosexuales no lo son porque lo hayan preferido.
PD: Sólo en este «post» hablo en 3ra persona de los homosexuales para ubicarme desde afuera. Quien escribe es homosexual.
Hola Visitantes, la respuesta de Mr. PM no pudo ser más atinada. Anónimo, comparto lo que dice Mr. PM para contestar a tu comentario.
Bienvenido(a) al blog. De verdad me gustó tu participación, al igual que la de todos.
Saludos!