J. R. R. Tokien es uno de mis escritores favoritos, aunque me lo habían recomendado hace años, yo también fui de esos que decidieron dedicarle tiempo a sus libros luego de ver las versiones cinematográficas de New Line Cinema. El lenguaje simbólico de Tolkien y su habilidad para crear un universo de fantasía que refleja nuestra propia naturaleza es impresionante.
Centrémonos en el personaje de Frodo Baggins (Frodo Bolsón en la versión en español) quien recibe, sin pedirlo, un anillo de parte de su tío, el cual había sido su cuidador desde siempre. Frodo encuentra después que ese anillo al que no prestó demasiada atención traía consigo toda una historia desconocida para él y que esa historia, aunque él no la hubiese vivido en primer lugar, regresaría para acosarlo. Frodo tendría que tomar la decisión de qué hacer con esa herencia de su tío y, apoyado en la ayuda de amigos, protectores y «compañeros de viaje» tendría la posición pivotal de salvar al mundo o destruirlo.
Frodo descubre, luego de consultar con los Elfos, que existe una forma de deshacer el efecto del anillo, una manera única de eliminar el riesgo de que afecte a otros para siempre; debe llevar el anillo al lugar mismo en que fue forjado y «devolverlo» al fuego que le dio forma en primer lugar. Para lograrlo, deberá viajar a lo largo de toda una tierra desconocida, enfrentar peligros y obstáculos atemorizantes así como «cargar con el peso del anillo», el cual se hace físicamente más pesado cada vez, en un intento de evitar ser destruido. El anillo también tiene un carácter adictivo debido a los seductores (y aparentes) beneficios que le han permitido pasar de un portador a otro sin ser deshecho.
En nuestra historia personal, todos los seres humanos recibimos herencias físicas (biológicas) y vivencias psicológicas de parte de nuestros antecesores, las generaciones anteriores de nuestra familia han desarrollado una historia propia que, de forma involuntaria y sin saberlo (es decir, de manera inconsciente) nos pasan a nosotros. Estas herencias y vivencias provienen de la historia de nuestras familias y de nuestra cultura y son el legado que recibe nuestra generación, pero también poseen el potencial de esclavizarnos y, si no decidimos voluntariamente en contra, nos harán repetir las tragedias familiares una y otra vez.
Cargar con el peso de nuestro anillo (de nuestra historia) puede ser supremamente difícil, así como tomar la decisión de liberarse de los efectos de la misma. Para lograrlo se requiere del apoyo de nuestras relaciones importantes (amigos, familias) y, en muchas ocasiones, de acercarnos a consultar con alguien externo que pueda darnos alguna guía sobre cómo hacer el viaje (a lo largo de todo nuestro mundo interno desconocido) y llevar esa historia hacia su lugar de origen, donde todo inició porque, si podemos llegar allí, estaremos muy cerca de deshacer el efecto repetitivo de esa historia.
En etapas tempranas de su viaje, Frodo expresa: «I wish the ring had never come to me, I wish none of this had happened» («Desearía que el anillo nunca hubiese venido a mí, desearía que nada de esto hubiese ocurrido»). Sin embargo, luego de llegar al lugar en que podía destruir el anillo, un Frodo cansado y adicto cede ante su historia y decide conservar el anillo para sí.
a veces, cuando la carga se hace muy pesada, podríamos sentarnos y desear que esas características personales que nos traen consigo incomodidad, rechazo ajeno y/o propio, dificultades de adaptación y soledad no existieran. A veces podríamos desear nunca haberlas recibido, que nada de esto hubiese pasado.
Pero es importante recordar que nuestras características son nuestras, de nadie más, así que somos nosotros quienes debemos tomar la responsabilidad, decidir qué deseamos hacer con esos aspectos de nosotros mismos y cómo deseamos vivirlos. Además, es importante tomar en cuenta que somos presa de la costumbre y que a veces hemos estado tan habituados a vivir de una forma que aunque nos quejemos y hagamos muchos esfuerzos para cambiar nuestras propias características y convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos, al momento definitivo de dejar ir esos aspectos, la incertidumbre sobre lo que nos espera si hacemos un cambio y decidimos ser diferentes puede detenernos y, a punta de temor, podemos aferrarnos a ese algo que tanto nos desagrada, solo porque es algo conocido.
Frodo está decidido a conservar su anillo y permitir que el mundo (su mundo interno y su mundo relacional) sea consumido por él, sus últimas fuerzas son gastadas en pelear a muerte contra Gollum, un antiguo portador del anillo que ha olvidado hasta su propio nombre luego de centrarse en la reliquia y que es una especie de versión futura de Frodo si el anillo no es eliminado de una vez. Gollum le arrebata el anillo a Frodo, mutilándole el dedo y, en su baile de victoria, cae al fuego del volcán, siendo finalmente destruido junto al anillo. Frodo, por su parte, está a punto de caer también, pero es rescatado por Sam, el compañero de viaje a quien había rechazado en más de una ocasión.
Aferrarse a nuestra rigidez o temer al cambio es temer al crecimiento, y puede llevarnos a evitar mejorar nuestra calidad de vida, sacrificando nuestra salud y la de aquellos a nuestro alrededor con tal de no pasar por la cortina de miedo que envuelve a nuestro verdadero yo. Porque nuestro verdadero yo es libre, pero esa libertad implica una dependencia cada vez menor en nuestras desgracias heredadas. Ser quienes somos en realidad asusta tanto que a veces decidimos repetir los aspectos patológicos de nuestra historia familiar. Sucede cuando nos resignamos, asegurando que «a mí siempre me pasan estas cosas» o decimos con un falso orgullo: «yo siempre he sido así».
Dejar ir nuestra tendencia a repetir lo que nos incomoda, los aspectos menos sanos de nosotros mismos es muy doloroso y se siente como una mutilación porque, al dejar ir algo nuestro, un pedazo de nosotros también se va. Lo que casi nunca pensamos es que ese pedazo de nosotros que también dejamos ir, es un pedazo que ya no necesitaremos.
Luego de la destrucción del anillo, Frodo recibe una nueva herencia de su tío; un libro rojo en que se encuentran escritas las aventuras que Bilbo (su tío) había pasado en su vida. Hacia el final del libro y luego de las historias de Bilbo hay muchas páginas vacías, las cuales Frodo emplea para escribir la historia de cómo obtuvo, cargó y logró deshacerse del «anillo único». El libro rojo pasa eventualmente a las manos de Sam y, en un giro inesperado, escapa del mundo de fantasía de Tolkien para aparecer en nuestras manos.
Sí, finalmente, el lector se da cuenta que el libro que sostiene en sus manos no es otro que aquel escrito por los personajes mismos de quienes ha estado leyendo y, al tener este l
ibro en su poder, también tiene en sus manos la invitación a escribir su propia historia. Tolkien nos invita, de alguna manera, a escribir nuestro propio futuro y elegir nuestro propio camino.
Por último, quería llamar la atención sobre cómo usar el anillo le daba a Frodo el poder de ver el lado oscuro de aquellos a su alrededor, los deseos ocultos de los demás, sus ansiedades y adicciones. De la misma forma, estar en contacto con nuestros propios deseos, nuestras ansiedades, conocer nuestras necesidades e impulsos nos permite leer aquellos de los demás de manera más sencilla. Se llama empatía y es una forma de mirar el mundo alrededor y ver los aspectos de la realidad que la mayoría de las personas no percibe porque, para ver a los demás como realmente son hay que mirarse uno mismo como realmente es y eso, mis amigos, requiere mucha valentía.
Que estén bien,
La verdad me parece muy interesante la forma en que has analizado esa película y/o libro. Y me sorprende como uno puede dejar pasar tantas cosas. La verdad para mi fue una muy buena película con una historia chevere, buenos efectos, basada en un libro larguísimo, inleible.>>De verdad me parece, en retrospectiva, que dejas poco que añadir. Pero para agregar algo y un poco de chistecito; esos personajes si tienen un trasfondo homoerótico tremendo. Hasta llega un punto que se pasan. Estoy en total desacuerdo con las manifestaciones ruidosas de la plebe en el cine, pero como que a veces eran acertadas. jejeje
jajajaa… lo que dices es verdad y eso que no te leíste el libro. En la película le dieron más participación a las mujeres para balancearlo, pero los personajes femeninos están en segundo y tercer plano en las novelas, los hombres hacen todo, desde las peleas hasta las manifestaciones de cariño.
Tengo que volver a ver las películas, ahora desde un ángulo diferente. No me canso de aprender.
Me alegra que les gusten estas entradas. La verdad yo disfruto mucho escribiéndolas. Hay mucho que analizar en esas películas.>>La verdad es que Tolkien había acumulado un gran número de lectores antes de las películas que vimos hace unos años. (Por cierto, me dicen que están haciendo una película sobre «the hobbit» en donde se presentará la historia de Bilbo antes de pasar el anillo a Frodo). La cantidad descomunal de lectores de Tolkien a lo largo de la historia es producto de la identificación que hacemos todos los que leemos las novelas con los personajes, aunque uno no lo piense de la forma en que lo escribo, Tolkien es capaz de ponernos un espejo distorsionado, mostrándonos una imagen de nosotros mismos adornada con Hobbits, Elfos, Orcs, Magos y bestias que nos acompañan en la aventura de nuestra propia vida.>>Alejandro, a veces ayuda un poco ver a los personajes como partes de una estructura psíquica que interactúan entre sí y cambian a cada minuto de manera dinámica. Tolkien no sabía nada de psicología pero el poder del artista es el de mostrarnos un espejo, no el de explicarnos lo que vemos en él. Eso, Alejandro, nos queda a nosotros.
Realmente, te estás refiriendo a lo que yo llamo «el guión de vida» que cada persona debe desarrollar. Y allí intervenimos, en cierto modo, los psicoterapeutas, cuando nos consultan.
Coincido contigo cuando dices que estas peliculas tiene un trasfondo enorme. Resulta que nos hemos acostumbrado tanto a la parafernalia holywoodense que ya se hace un poco aburrido analizar. Es genial tu analogia en concepto de nuestra propia naturaleza, nada es mas acertado. Pero tal vez estos psicoanalisis requieren de este tipo de peliculas con harta fantasia para hacerse mas «consumibles» por el usuario promedio. O acaso aqui nadie soño con ver inmortalizada en celuloide(pero BIEN) alguna obra de Wilde)? Bien hecha por supuesto, no como los multiples intentos a mi juicio fallidos, que hemos visto.>>Me encanto tu texto, es genial.>>saludos, carlo.
Hola>Dr. Álvaro me ha gustado mucho esta entrada y el enfoque que le ha dado.>Para mi el señor de los anillos es la mejor trilogía que haya visto.>>En la parte del documento que habla sobre las herencias físicas y vivencias psicologías por parte de nuestros antecesores me recuerda un artículo que leí hace unos meses del Dr. S, Freiberg en el que el dice que “En todos los cuartos de los niños hay fantasmas” Eso se trata de la visita del pasado no recordado de los padres, repetición del pasado en el presente. Un Ej. Presentando por el autor es (este ejemplo no esta relacionado con la película) Padres de familia que han tenido infancias atormentadas y no infligen dolor en sus hijos. Estos son padres que dicen, explicita o indirectamente “recuerdo como era”… “recuerdo lo asustado que estaba cuando mi padre explotaba…” Nunca permitiría que mi hijo pasara por lo que yo pase.>>Para estos padres, el dolor y el sufrimiento no habían sido totalmente reprimidos. Al recordar, se salvaron de la ciega repetición de ese pasado mórbido. Este ejemplo presentado por el autor me parece muy claro. Es muy importante romper el círculo patológico que pueden presentar algunas familias el cual a veces es muy difícil trabajar ese punto ya que ese circulo disfuncional o patológico puede tener una creencia nuclear muy fuerte y ser la verdad absoluta e indiscutible de la familia. Y de no romperse el peso de anillo lo siguen cargando cada nueva generación de la familia o palabras del Dr. S. Freiberg los fantasmas seguirían en el cuarto.>>Otro punto que se menciona en la entrada es el temor a cambiar y se puede decir que el temor a lo desconocido a lo nuevo, al cambio es muy común en todas las personas y para esto muchas veces se necesita una guía que nos ofrezca varias caminos para elegir y así escribir nuestra propia historia y para eso estamos los psicólogos y en el caso de frodo estaba la comunidad del anillo representada con diferentes personajes con una diversidad de filosofías y estilos de vida que ayudaron a frodo a escribir su historia.>>Saludos
Aquaman: Gracias por los comentarios, me alegra que te haya gustado esta entrada. Y sí, creo que a veces nos entretenemos demasiado en los adornos y perdemos el objetivo, el trasfondo, lo que se está comunicando de manera más sutil.>>¿Saben? me gustaría hacer muchas entradas sobre el señor de los anillos pero creo que voy a necesitar un rato para hacer otra que me satisfaga. A lo mejor publico alguna con las partes del texto que edité de esta para no hacerla tan larga.>>Por cierto, acabo de comprarme una película sobre la vida de Oscar Wilde, vamos a ver qué tal está y les escribo comentarios. Yo crecí con los «cuentos completos» de Wilde, el tipo era brillante.>>Abraham: Excelente referencia!! a eso exactamente me refería con lo del «peso de la historia». Es interesante que lo menciones y el artículo de «Fantasmas en el cuarto de los niños» es muy buena referencia (yo lo leí hace varios años). Es bueno tener a otro Psicólogo participando en el blog. Lo que dices sobre recordar parcialmente la historia es algo muy importante, porque es preventivo y muestra elementos saludables en los padres. La diferencia está en recordar el afecto, no solo el hecho sucedido. Las investigaciones indican que cuando se recuerda el afecto y se puede evocar, entonces no se pasa como un «fantasma». La Asociación Panameña de Psicología me ha pedido que escriba un artículo y creo que ese puede ser un buen tema.