El otro día escuchaba la radio mientras manejaba, con el fin de la década del 00 todas las emisoras estaban presentando listas de “las diez cosas más importantes”, ya saben, listas sobre música, libros, sucesos políticos, eventos jocosos, etc.  Una de esas listas era sobre las películas más vistas y llamó mi atención que la lista estuviese compuesta por películas de fantasía como varias de la entrega de Harry Potter y El Señor de los Anillos, otras en la lista eran The Dark Night y varias de los Piratas del Caribe.

No pude evitar notar que todas estas son historias de fantasía y, aunque siempre lo que pasa en la pantalla grande es técnicamente mentira, es curioso que las películas más vistas de la década incluyan situaciones extremadamente irreales y sean, de alguna manera, una ventana hacia otros mundos.

Luego está la proliferación de películas con temas apocalítpicos. ¿Alguien vio 2012?

Con el cambio climático y los desastres naturales presentándose con mayor frecuencia, la población del mundo está asustada.  Y debe estarlo.  Pero me gustaría saber si, en general, estamos haciendo frente al problema o solo asustándonos y mirando hacia otro lado, encontrando nuestras propias formas de escapar hacia la fantasía.

Y esos escapes a la fantasía no son solo reflejados en la preferencia por las películas, sino por nuestros pequeños escapes personales al llevar vidas en las cuales pensar sobre estos problemas no se practica.  He estado pensando mucho sobre esto últimamente, sobre la manera en que podemos evadir algunas cosas importantes y hacer como si no estuvieran allí.  En una próxima entrada trataré este tema en cuanto a la forma de lidiar con la diversidad sexual.

Saludos,