Mi counter de visitas se dañó. Algo le sucedió al servicio que me daba el counter y ahora creo que tendré que reiniciar el conteo. Bueno, solo quería decir que pasamos las 11mil visitas en este año. Ahora a lo bueno.

Las múltiples y complejas respuestas que se han dado a la entrada «hacerse los santos» son en extremo interesantes. Muchas cosas han llamado mi atención, sobre todo aquello del «escaparate».

Es importante para mí dejar muy claro que aceptarse uno mismo NO significa que tenga uno que portar un letrero diciendo qué es lo que has aceptado. Las aceptaciones personales son eso: personales. Además, si uno acepta la propia orientación sexual (cualquiera que esta sea) eso no significa que uno tenga necesariamente que llevar a cabo prácticas sexuales determinadas. Es decir, yo puedo ser heterosexual (u homosexual o bisexual) y nunca acostarme con nadie. A lo mejor no voy a tener la vida más feliz del mundo pero no voy a morir por eso.

He notado que grandes dificultades con aquello de aceptar si uno es homosexual, heterosexual, bisexual u otra cosa surgen de la pregunta interna: «¿y ahora voy a tener que comportarme como tal?», cuando la realidad es que NO HAY una forma determinada de ser homosexual, heterosexual, bisexual, etc. Así que el hecho de que te gusten los hombres (o las mujeres) no significa que tengas que tener sexo con ellos(as) si no lo deseas hacer por determinado motivo. Sino pregunten a las personas con ciertos cargos dentro de algunas religiones o doctrinas espirituales, ellos también tienen orientación sexual pero varios de ellos no mantienen prácticas sexuales.

Así que ser gay (o hetero) no significa estar en el escaparate y volver al mercado de las parejas (qué feo suena eso), o al «dating scene». Ser gay significa que lo eres y listo, de ahí en más, no hay ninguna regla al respecto.

ACTUALIZACIÓN DE LA ENTRADA: revivieron mi contador de visitas, qué bueno!