Los comentarios de Viedma traen a la mesa un tema que ha sido recurrente en AlSerDistinto: ¿Qué pasa con los hombres y mujeres gay una vez llegan a la tercera edad?
En una comunidad homosexual especialmente vulnerable a la propaganda y fijada demasiado en la juventud, el poder y la belleza, la realidad del envejecimiento se presenta como uno de los terrores más grandes para muchos.
Mi parte favorita es cuando dice: «[…] y su mensaje busca romper con los estereotipos de las marchas del orgullo gay y la promiscuidad, mostrando una pareja consolidada con más de treinta años de convivencia y con un bajo perfil.«
Creo que necesitamos más de nosotros que ayuden a eliminar el estereotipo de que todos los gays son promiscuos e incapaces de mantener una relación seria y monógama. Pero supongo que es una decisión personal de cada individuo.
Los dejo con el vídeo y espero sus comentarios.
Saludos,
Hace un par de años, comentaba un chico en un sitio de internet que su temor más grande en la vida es llegar a viejo. De hecho fue un día de esos en los que me sentí ganas de conversar con álguien y sacar conclusiones sobre cierto tema. Por supuesto que casi nadie quería conversar*. Pero lo que más llamaba mi atención es que cuando entras lo primero que te preguntan es eres activo o pasivo? Luego la pregunta que marca el antes y el despues de entrar en un chat: Qué edad tienes? Esto porque si pasas de 30 en adelante, eres «VIEJO en al mundo gay».
Curiosamente, estos mismos chicos que un día tuvieron 20s, hoy tiene 30s y los ves en discotecas, saltando de una cama a otra sin encontrar un puerto fijo. No juzgo de bien o mal. Pero si creo que hay algo Peter Pan, porque el tiempo parece detener la vida alrededor. Y para mí la vida tiene etapas. Pero la menos valorada por muchos es la vejez en la «comunidad». Claro, que esto está relacionado a otro tema anterior en este mismo blog. La belleza no puede ser tomada como unico valor en la vida gay, porque va menguando a medida que pasan los años, como tampoco el vigor y toda ese potencial sexual que hoy tenemos.
Y qué nos quedará cuando los años de vitalidad hayan pasado?
No puedo hacer una descripición científica o darle un nombre científicico a lo que se siente cuando se está con la persona indicada y sabes que es con quien quieres compartir el resto del camino que queda por vivir. Describirlo como procesos químicos en el cerebro es algo que no me toca hacer a mí. Pero creo que se llama amar.
Ese sentimiento al que muchos temen enfrentar en el mundo gay y a la vez piden encontrar a la persona de sus sueños… pero siempre apelando al principe azul de turno… (» busco chico GUAPO, que sea VARONIL, cero plumas, MUSCULOSO, de 20 a 28 años, carro propio y lugar…»).
Parece ser que para muchos homosexuales una unión seria o madura (con o sin papeles), con compromiso mutuo es SEGUIR PARAMETROS HETEROSEXUALES o SOCIALES. Para mí un error usado como excusa para la promiscuidad, pero cada quien tiene su forma de pensar, así que respeto la idea. Pero el NEGAR el sentimiento de amar, que en el fondo es deseado, no es saludable.
Creo que las señoras del vídeo se dieron el permiso de atender a sus sentimientos. Bien por ellas!!!
Doc. Este trabajo es duroooooo… a lo mejor no imposible, pero nada facil..
Como le comenté en una ocasión, yo creo que soy extraterrestre, yo si creo en la monogamia, de hecho, creo que si la relación llega a un estancamiento y se hace lo posible para rescatarla, pero aún asi no se puede, es mejor dejarla. Esto de tener una pareja y andar con medio pais, no es lo mio.. No quiero vender la idea de que ahora yo soy el mas santo y puro, pero si quiero tener una relacion de pareja de calidad.
Lo de ser viejo, es algo extraño, pero si es cierto, envejecemos mas rapido que el resto de los seres humanos jajaja. a mis 45 años, ya soy de la 6ta edad, pero eso no me preocupa. Acepto mi edad con toda la dignidad del caso.
No se porque la gente gay se preocupa tanto por la vejez… hagas lo que hagas vas para alla. Es importante cuidad tu cuerpo, pero mas importante es tu espiritu y tu salud mental, de nada me sirve tener un cuerpo hermoso si soy una persona vacia.
Edwin H.
Yo creo que lo de «el Envejecimiento Gay» es un concepto. Un invento por parte de algunos homosexuales que ven la vida desde el punto de vista del eterno Peter Pan y se niegan a / o temen envejecer. Lastimosamente muchos terminan comiendo del cuento y más al llegar a los 30 y sentir el rechazo de otros homosexuales en los 18 a 20 o igualmente de 30 años o más (lo he experimentado). Entonces el envejecimiento aparenta ser real.
Mas, todavía no hay quein haya podido dar una explicación convincente del por qué una persona homosexual envejece antes que un heterosexual. Las razones sólo son complejos de inferioridad. Y me atrevo a decir esto porque ese envejecimiento temprano del que hablan muchos gays va asociado a ideas y actuaciones negativas y hasta despectivas.
De todos modos, hay edades para todo. Todo a su debido tiempo para el mejor deleite de la vida.
Yo no creo eso de que solo los gay rechazan la idea de envejecer. Entre los homosexuales también se da mucha promiscuidad y existe mucho temor al compromiso y desconfianza en la pareja. Los viejos y viejas verdes abundan entre los heterosexuales muchos en un bajo perfil con una apariencia de honorabilidad hacia la calle y la búsqueda de la juventud en cuerpos jovenes. Siempre he pensado que las demostraciones de amor en público muchas veces es mas un show que una verdadera unión. La vejez llega y no solo es soledad, sino enfermedad, achaques y nadie quiere estar cerca del dolor.
Estoy de acuerdo que los homosexuales tengamos una pareja estable; alguien con quien compartir más que sexo. Pero muchas veces el rechazo de la sociedad, lleva a los individuos envueltos en la soledad, a buscar la felicidad de una manera equivocada, ya que somos seres con necesidad de validación y esto no se consigue solo alentándonos frente a un frió
espejo.
Omega
Esta escena, de lo más costumbrista, nos conduce directamente al meollo del asunto: la sociedad, esa gran amiga que nos hace la puñeta como la que más, nos ha enseñado que hay gays de distintas categorías. Activos y pasivos quedan divididos por una relación de jerarquía según la cual los mariquitusos activos están mucho mejor vistos que las mariquitorras pasivas. Este es el motivo por el que muchos pasivos intentan salir del paso expresando que son versátiles, del mismo modo que muchos homosexuales, en sus inicios, cuando se sienten demasiado amenazados e inseguros con respecto al mundo que les rodea, no se atreven a expresar tajantemente que son gays y se quedan en un cómodo bisexual que les sitúa entre dos aguas salvadoras, las cuales eximen de la tan temida etiqueta con la consiguiente atribución de rasgos y la crítica correspondiente. Es decir, “me gustan las personas de mi mismo sexo; pero no os preocupéis, no es el fin del mundo, también me gustan las del otro”, aunque en muchos casos esto sea tan real como el error informático que tuvo lugar con el libro de Ana Rosa Quintana.
Todo esto, sin embargo, tiene una razón de ser. Los griegos, que además nos vienen de perlas como juego de palabras para el tema que estamos tocando, eran unos tipos taco de antiguos que existieron de verdad y que influyeron en nuestra sociedad, y no sólo para hacer fiestas temáticas. Ellos establecían grandes diferencias entre activos y pasivos. No me refiero a diferencias en la posición corporal dentro de la cama/cuarto de baño/película porno/biblioteca, que imagino que también, sino que me remito a diferencias en la posición social (en la jerarquía, tía). Para los griegos, ser activo se asociaba a la masculinidad y a un mayor estatus social y ser pasivo era directamente relacionado con la feminidad y con un menor estatus social. Sin embargo, para los griegos, esos tipos guarretes y sodomitas que por mucho que le pese a la posterior cultura cristiana nos dejaron un gran legado cultural, lo chungo no era poner el culete, sino que lo verdaderamente deshonroso era dejarse penetrar por alguien de un estatus social inferior. Tampoco hay que ser muy listos para establecer una asociación entre dejarse penetrar y el género femenino, tradicionalmente denostado y maltratado por muy diversas culturas occidentales durante siglos y siglos. Si a las mujeres se las consideraba seres inferiores, no es extraño que a los hombres que se dejaban penetrar y que se consideraban erróneamente más cercanos al sexo femenino, se les concebiera también inferiores. Y es que, queridos, en el fondo no somos más que Historia.
Como digo, que me siento más divulgativo que la programación de La 2, esto viene de antiguo, pero yo, hoy en día, en el año 2010, estoy un poco hasta las pelotas, y me vas a perdonar, de que se establezcan estas diferencias tan estúpidas como innecesarias para que unos tipos se sientan mejores que otros porque sí. Hoy, cuando somos lo más y todos nos sentimos superprogres porque se nos llena la boca al decir “somos todos iguales, yo no discrimino” (hechos, no palabras, querido) yo todavía me encuentro con tipos que aseguran que ellos son menos maricones porque no dejan que le metan en el ojete ni el bigote de una gamba. Y lo dicen con mucho orgullo, alardeando de una supuesta masculinidad cuyo uso para despreciar a mí, a estas alturas de la vida, me parece simplemente vergonzoso. Otros incluso aprovechan esta distinción para montarse parejas arquetípicas a la antigua usanza, de las heterosexuales de hombre y mujer, en las que ellas eran siempre personas de segunda categoría, siguiendo un razonamiento que a mí me deja con la mandíbula desencajada: él deja que se la metan, él es la mujer de la relación. Claro que sí, y a mí me salen yemas de Santa Teresa del coño.
Creo que el tema de la boda entre dos lesbianas es respetable, si partimos de la idea de que cada quien hace lo que le haga feliz. Me alegro por las señoras.
Creo que muchos aquí usamos ropa. No andamos desnudos por la calle. Por que vestimos? Sera que lo aprendimos de la sociedad?
El matrimonio, para mi concepto personal, es tan bien aceptado como la unión libre. Es cuestión de escoger.
El punto de vídeo creo que está en el hecho de hacer lo que se siente que es correcto para uno sin importar los terceros y sin hacerce daño uno mismo. Atreverse a tener las pelotas (en el caso del vídeo, ovarios) para hacer lo que muchos critican (incluso dentro de la «comunidad gay») Como esperar tolerancia si no la ha dentro de la casa?
Por otro lado, aunque es harina de otro costal, estoy 100% de acuerdo en no dividir «activos y pasivos» como etiquetas. Me he encotrado tantas veces con la prgunta «mas importante» aún cuando se trata de hacer amigos sólamente: Que eres? acitvo o pasivo?
Y si es cierto que al pasivo le toca llevar la bandera del «eres menos» porque así lo vemos aún entre gays: «ay pobre loca pasiva».
Pero ese es otro tema, tal vez para otro post.
Hablanos de este tema, Alvaro.