Por estos días he estado pensando mucho en aquello de cómo funcionan los grupos de amigos gays en cuanto al tema de la identidad de cada miembro.

Anoche, mi otro significativo y yo íbamos al cine, de pronto, sus amigos se sumaron al evento y acabamos los cinco sentados frente a la pantalla. Al salir, estábamos hablando en un área de paso cuando apareció otro muchacho y saludó. El chico conocía a uno de los que estaba allí. Me lo presentaron, fue una de esas presentaciones muy fugaces y que están más dictadas por la cortesía que por un interés real de conocer a otra persona. Una especie de reconocimiento de la presencia del otro pero sin mayor interacción o profundidad. Al retirarse esta persona, alguien dijo: «Oye, pero qué gay está» y luego pasó hacer referencia a su aspecto, su peinado y el poco tiempo que llevaba «fuera del closet» (sigo incómodo con esa expresión del closet).

– «¿Y quienes son sus amigos?» – preguntó mi otro significativo.

Eso me conectó con el tema que he estado revisando en mi mente por estos días y en cómo algunas personas gay, en el camino de encontrar su identidad, se prueban diferentes formas de ser (vestirse, caminar, hablar, lugares a donde asistir, qué consumir, cómo peinarse, de qué reírse o hasta cómo opinar, etc.). Y confirmé, una vez más, que es tácito para muchos el hecho de que el grupo de amigos define en alguna forma a los miembros individuales. Claro que eso también pasa en el mundo heterosexual, pero ya sabemos que la gente homosexual puede tener un paso más lento por el proceso de crear su propia identidad debido a temas que siempre comentamos.

Los casos de varones y mujeres homosexuales que admiten su orientación diversa luego de los treinta o cuarenta años son incontables. Al igual que los casos de quien nunca lo admite del todo pero sí vive una doble vida. Sin embargo, quien se atreve a admitir su diferencia (de manera temprana o tardía) tiene que empezar a hacer el proceso de formarse una identidad en términos de su sexualidad y descubrir qué significa ser gay o lesbiana para sí mismo(a). Es aquí donde el individuo mira hacia afuera en búsqueda de «otros como él», al igual que todos buscamos un grupo de referencia.

Es muy común encontrar comentarios como: «Sí, ahora él es más obvio que antes. Cuando lo conocí no era de esa manera, pero desde que empezó a estar con esos amigos ha ido cambiando«. Cada vez que escucho algo así pienso que la persona en cuestión debe estar en algún proceso de cambio, búsqueda o adaptación a un grupo de referencia y, lo cierto es que todos cambiamos todo el tiempo.

Me preguntaba qué piensan ustedes sobre la influencia que puede tener el grupo sobre el individuo. ¿Cuan importante es tener un «pack de amigos gays» para ustedes? ¿Se elige a los amigos debido a sus orientaciones sexual? ¿Cuánto de lo que hacemos es una muestra de nuestra membresía a un grupo específico? ¿Cómo es nuestro grupo de amigos? ¿Qué nos caracteriza como grupo? ¿Con qué del grupo estoy de acuerdo y con qué no?

Sus respuestas van más allá de la influencia de sus amigos más cercanos sobre ustedes, porque también implican la forma en que elegimos qué nos influye de cosas como el bombardeo mediático, la moda, la política, la filosofía de la época, etcétera.

Así que, pensemos un poco sobre esto y comentemos ¿Les parece bien?