Me han pedido recientemente que hable sobre la formación de la identidad en las personas no-heterosexuales y, dadas las recientes entradas en este blog y en el blog de cantón (ver link en columna derecha), quisiera articular el tema de la identidad con el de la definición que uno hace de sí mismo.
Muchas personas suelen pensar que existe una forma de ser «gay» o «lesbiana» o «bisexual» y una forma de ser «hetero». Eso no es necesariamente así, debido primariamente a que las «formas de ser» no tienen mucho que ver con orientación sexual en sí misma, sino con la forma en que uno crece, con los rasgos de personalidad, los patrones de vinculación, las historias personales de vida, etc.
Ahora bien, ser no-heterosexual en una cultura como la nuestra tiene un efecto en la forma en que se comporta la gente, definitivamente que sí, pero no es por ser no-heterosexual, sino por serlo en esta cultura. Porque si se es no-hetero y se vive en otra cultura, seguramente la conducta sería considerablemente distinta.
Ahora bien, si lo que nos define como seres humanos (a homos, heteros, bis, trans, inter o aspirantes a político) NO es el comportamiento, entonces ¿Qué es?
Pues de algunos años hacia acá se maneja mucho el término «autodefinición». Pero no me refiero a «ponerse una etiqueta dependiendo de cómo me siento más cómodo en determinado contexto», eso es vivir en el closet mientras eres cliente frecuente de las discotecas gay en el extranjero (así no se vale). Me refiero a la autodefinición como resultado de un proceso interno que te hace darte cuenta de quién eres y aceptarlo.
De manera tal que autodefinirse como hetero o gay o cualquier otra cosa tiene más que ver con sentir deseos, tener comportamientos o fantasías y sentimientos de hetero o de gay (o sea, dirigidos a gente de un sexo o del otro) y, además de esto, tener la conciencia de que los tienes. Sí, porque existen quienes tienen deseos, comportamientos, fantasías o sentimientos propios de la homosexualidad (o heterosexualidad) pero los mantienen fuera de su conciencia. Así que ni se enteran.
Solo cuando uno puede integrar estas partes a la conciencia, puede definirse como gay o bi o lesbiana o hetero. Los jóvenes heteros lo hacen en la adolescencia, los demás pasan tradicionalmente más trabajo.
Saludos y espero haberme explicado en estos asuntos, ha sido una entrada bastante apresurada.
P.D: ¿Recuerdan cuando empezamos AlSerDistinto y teníamos este banner? Good old times.
En efecto, Álvaro, la autodefinición es un proceso muy serio, difícil y, a ratos, doloroso. Pero, si se realiza responsablemente el resultado brinda una paz interior increíble. >Aunque, cuando se comparten los resultados puede terminar mucha gente «espantada» porque tienden a «etiquetar». Mas, es parte de las consecuencias de obtener paz interior al entenderse mejor.>A.d.o.
Nos hemos dado cuenta que este tema de nunca acabar es como un silogismo… enredao… «P implicación Q» etc.>>Como bien lo hemos conversado, las etiquetas y la autodefinición, a mi parecer son para la propia paz mental.>>Entonces que cada uno sea lo que lo haga más feliz, pero me encantaría que dejaramos de complicarnos.>>La vida no es complicada, uno se la complica.>>dr.r.
O sea: pasen la página y a otro tema…..? Interesante….>A.d.o.