Como recientemente he bajado mucho el ritmo de publicaciones en el blog, algunos aportes externos han empezado a aparecer.  Es bonito ver que la gente quiere publicar sus propias entradas y que envían sus escritos.  Esto me lo envió CROIXDAM, me dijo que lo editara si lo creía conveniente pero prefiero publicarlo como él lo envió.  Se le agradece el aporte… ahí va:

«Doc te escribo este tema que te comenté someday, sobre el instinto de protegerse, si deseas editarlo puedes hacerlo, slds.

INSTINTO
Usualmente viajaba a otro país, cuando me presentaron a Juan, dentro de un grupo de lectura y escritores del Team todos aficionados, Juan era gran amigo de Manuel(un buen amigo mío), Juan un chico delgado, buena gente, estudiado, y buen amigo, era popular en el grupo de lectura, Yo no era tan amigos de todos ellos, porque mi verdadero amigo era Manuel, pero podía notar la camaradería que existía en este grupo, un poco como este espacio que nos ofrece Alvaro donde intercambiamos opiniones e ideas, sólo que acá si era en 3D, todos compartían en vivo el debate.

Hago este preámbulo para que tengan una idea del contexto, Yo viajé a mi país luego de pasar algunos días en el sur visitando a mi amigo Manuel y al cabo de dos meses de mi último viaje, me habla Manuel y me dice Juan está muriendo, le quedan pocos días y en menos de una semana muere… sus pulmones y corazón afectado por las consecuencias del VIH. Créanme amigos que cuando lo supe, lo que se me vino a la cabeza fue Dios, Yo le traté, le di la mano, tomamos bebidas en el mismo lugar, etc. (siento vergüenza de decir esto, porque Yo era uno de los que decía nunca me comportaré así con una persona que tenga esta enfermedad), pero EL INSTINTO de autoprotección fue más fuerte, rompió con la racional, y sólo pensaba en ese momento en si al tratarlo estaba seguro o protegido de este mal al que todos tememos y podemos estar expuestos.

En cierta forma está bien sentir este Instinto como me comentó someday Alvaro, ya que esto es como un escudo que nos protege de lo que pudiéramos hacer ya sea en tema sexual o en una situación particular de peligro que corramos, si no tuviéramos ese instinto de protegernos, nos dejaríamos llevar por lo que podamos sentir o desear, pero en el tema de Juan, les digo, luego me arrepentí de pasarme por la cabeza esas ideas, este joven sufrió mucho, ya él sabía hace tiempo atrás que tenía VIH y supo llevar su cruz, se le veía bien, vivió sus últimos días con dignidad, y Yo aprendí de todo esto, que anque El Instinto te dicte ese pensamiento que pasó por mi mente, lo importante es que si se ven en una situación donde les toque tratar a una persona enferma con VIH, tratarle bien no discriminarle o mirarle mal, no es fácil porque una cosa es decir las cosas y la otra verse en frente con un espejo en el que no nos gustaría vernos reflejados, creo que allí radica todo el temor.

Slds,

CROIXDAM»