abuelo_y_nietoCuando los hijos se convierten en padres los padres se convierten en abuelos y, de pronto, hay tres generaciones interactuando y toda la dinámica de relaciones debe ajustarse a las necesidades del recién llegado (el nuevo hijo). Las familias latinas tienen características peculiares, por ejemplo, en Panamá es común que los hijos vivan con los padres hasta ya bien entrada la adultez media y, en ocasionas, al formar sus propias parejas y tener hijos, siguen compartiendo la misma vivienda o el mismo espacio con los abuelos. Ya sea este tu caso o tengas una vivienda independiente, la relación con los abuelos es algo que a veces amerita algo de adaptación. A continuación, 5 cosas que debemos recordar para mantener esta relación funcionando sanamente:

  1. La autoridad frente a los hijos son sus padres: Es importante que los niños reconozcan que sus padres tienen la última palabra en cada decisión y son las personas a quienes deben referirse para pedir permisos y demás. En caso de que falten los padres, los abuelos toman ese rol momentáneamente pero, una vez regresen los padres, la autoridad se les devuelve. Si los adultos reconocemos esto y somos claros con frases como «ya volvió mamá, ahora pregúntale a ella», los niños irán entendiendo como funciona esta alternancia momentánea de autoridad.
  2. Los desacuerdos entre padres y abuelos deben discutirse en privado: es natural que los abuelos tengan una forma de pensar sobre la crianza distinta a los padres porque cada generación posee experiencias un poco diferentes y eso afecta los estilos de crianza. Sin embargo, es importante que si los abuelos desean hacer alguna sugerencia a los padres en cuanto a la crianza de los nietos no lo hagan frente a los nietos porque esto genera confusión en los niños y adolescentes y vulnerabiliza la autoridad de los padres. Lo mejor es conversar aparte.
  3. Reconocer el valor de la experiencia de los abuelos: lo cierto es que, al haber hecho un trabajo por muchos años, uno gana experiencia y es mucho más sencillo advertir errores y prever consecuencias positivas y negativas cuando no es uno quien está a cargo directamente. Es decir, los abuelos tienen una posición única que les facilita ver errores que podemos cometer como padres y pueden echarnos una mano a manera de supervisores o consultores en caso de no saber qué hacer en alguna situación. Es importante apreciar y validar que su apoyo nos ayuda mucho. Un «gracias por el consejo, lo voy a pensar y te aviso lo que decida» o un «tengo una pregunta ¿cómo hacías tú cuando pasaba X o Y con nosotros?» les da a los abuelos ese espacio para enseñarnos lo que saben y que nos podría ayudar muchísimo.
  4. Ser respetuosos con los abuelos: los niños aprenden a tratar respetuosamente a los abuelos cuando nosotros, como padres, lo hacemos también. Esto no significa que los abuelos tomarán las decisiones o tendrán la última palabra en cuanto a lo que tenga que ver con el niño, pero sí debemos mostrar una actitud de escucha y respeto ante ellos. Después de todo, de la misma manera en que nosotros tratemos a los abuelos, nuestros hijos nos tratarán a nosotros. Todo nuestro comportamiento es una enseñanza para ellos.
  5. Recordar que los abuelos tienen un papel: pensar que somos los padres y la autoridad frente a los hijos, no significa que los abuelos no tengan un papel. A través de la figura de los abuelos se enseñan muchas lecciones a los nietos, se les enseña que la fuerza no depende de la juventud, también respeto por las generaciones pasadas, la apreciación sobre la cultura de la familia y cómo las tradiciones (que nos dan identidad) se pasan de unos a otros, además aspectos como el cuidado y la compasión por quienes necesitan apoyo especial, sobre todo cuando los abuelos ya se acercan al final de su vida. Muchas veces la muerte de un abuelo significa una de las primeras pérdidas grandes para los niños y esto representa también un momento importante en que se enseña cómo lidiar con el dolor, la muerte de un ser querido, las emociones y demás.

En conclusión, recordemos que los abuelos tienen su papel, al igual que los padres y ninguno de los dos necesita pasar sobre el otro para realizar su rol. ¿Han tenido problemas con este tema? ¿Qué les ha sucedido? ¿Cómo han resuelto la situación? ¿Aún buscan soluciones? Conversemos en los comentarios de esta entrada o por las redes sociales.
Que estén bien,
Dr. Alvaro